El equilibrio ácido-base resulta fundamental para el correcto funcionamiento del organismo.
No hace falta ser químico para comprender que un exceso de acidez es nefasto para la salud. Imagínese, por ejemplo, que vierte vinagre en el agua de su acuario: al principio, aunque a los peces no les guste, se acostumbrarán, pero si continúa vertiéndolo, poco a poco irán muriendo.
Exactamente lo mismo ocurre con las células del organismo. A medida que el medio se va acidificando, las células sufren y los problemas se multiplican. Entre otras cosas la acidosis elimina minerales fundamentales para el organismo, genera inflamación, desgasta los huesos y las articulaciones, altera el equilibrio nervioso… en definitiva: hace envejecer más rápido.
Así, aunque el proceso es lento, no hay que subestimar la acidez ni el progresivo deterioro que va ocasionando.
La abreviatura pH quiere decir “potencial hidrógeno”. Se trata de una medida sobre una escala de 0 a 14 que permite saber si una solución es más o menos ácida o alcalina (o básica). Es ácida por debajo de 7 y alcalina por encima de ese valor. Con un pH 7, al no ser ni ácida ni básica, decimos que es neutra. Para disfrutar de una buena salud, los líquidos que componen el organismo deben tener un contenido equilibrado de iones H+ y OH-, consiguiendo así un pH situado entre 7,35 y 7,45. Ese es el dato con el que usted debe quedarse, porque es el que le garantizará un pH correcto en su organismo.
Para saber si se tiene demasiada acidez en el cuerpo se suelen medir los niveles de pH urinario con una tira reactiva que se introduce en la orina. Es un sistema muy sencillo, pero tiene un fallo garrafal, y es que mide la acidez eliminada por la orina, pero no tiene en cuenta la que está presente en los tejidos (llamada acidosis tisular), que suele ser más problemática.
Así, puede ocurrir que la acidosis urinaria sea correcta (entre 7 y 7,5) y que sin embargo su organismo tenga un alto grado de acidosis.
Estos son algunos síntomas de acidificación con los que su cuerpo le está avisando:
En el próximo número de Plantas & Bienestar podrá encontrar la lista completa de los síntomas que indican acidosis. Pero si se siente identificado con los anteriores, debería sospechar que usted puede estarla padeciendo, pues suelen ser infalibles.
Si acude al médico, recuerde que no basta con la prueba de las tiras de orina. Solicite que le midan la acidosis tisular mediante una muestra de sangre arterial.
Y actúe, sobre todo porque es sencillísimo corregirlo. Basta con evitar unos cuantos alimentos (vinagre, lácteos, sal, los alimentos más agrios, etc.) y seguir cinco pautas antiácido que debería comenzar a poner en práctica hoy mismo para limitar el envejecimiento y que le explicaremos paso a paso en este nuevo número de Plantas & Bienestar. En él tendrá siempre a mano la información que necesita, y que incluye las “plantas antiacidez”, que puede tomar en infusión solas o combinándolas entre sí, a la cabeza de las cuales está la albura de tilo.
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