A lo largo del día es recomendable beber al menos 1,5 litros de agua. Por supuesto, este volumen debe variar en función de la temperatura ambiente y de la humedad a fin de evitar una deshidratación.
Algunos de los síntomas que alertan de que no se bebe lo suficiente son tener la boca seca, sufrir calambres y vértigo o tener las ojeras marcadas. Además, los ojos pierden su brillo, la piel se seca y también disminuye la presión arterial.
Otra manera de saber si hay cierto riesgo de deshidratación es a través del color de la orina. Compare la suya con la siguiente escala colorimétrica para comprobar si es demasiado oscura, lo que significaría que a su organismo le falta agua:
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Muy interesante, gracias.
El agua fuente de la vida, recomendación del quiropráctico!!!! Interesante información.