La cebolla es un ingrediente común en nuestras cocinas, pero ¿sabía que también es una poderosa aliada de su salud? Descubra los increíbles beneficios de la cebolla, además de una original y deliciosa receta para sacarle todo el partido a su sabor.
Los agricultores castellano-manchegos han conseguido que la Unión Europea incluya la cebolla de esa región en el registro de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Gracias a este reconocimiento la “Cebolla de La Mancha” pasa a ser considerada como un producto de excelente calidad. Y además se protege su cultivo, el cual cuenta con una importante tradición histórica.
Aunque lo mejor es que así se reconoce un alimento de lo más saludable pero que, al lado de otros, suele pasar desapercibido.
Y esto es una verdadera pena teniendo en cuenta que los beneficios de la cebolla son muy numerosos.
La cebolla es un ingrediente indispensable en muchos platos porque ayuda a intensificar el sabor del resto. ¡Incluso es motivo de disputas culinarias, como ocurre con la tortilla y el eterno debate de “con o sin cebolla”!
De entre todas las variedades que existen, la de Castilla la Mancha es especialmente apreciada (supone casi la mitad de la producción española) por sus particularidades en cuanto a color, tamaño, textura y, por supuesto, sabor.
De hecho, este último, tan característico, se debe a la peculiaridad del suelo donde se cultiva, que destaca por su riqueza en potasio, magnesio y calcio.
Y aquí es donde nos metemos de lleno en los beneficios de la cebolla. Porque estos tres minerales (que del suelo pasan a la cebolla y de ahí a nuestro organismo) son esenciales para la salud.
En concreto, el magnesio es indispensable para regular el sistema nervioso, el cardíaco y el muscular. Y también ayuda a regular el nivel de glucosa, además de a formar los huesos e incluso el ADN.
Por su parte, el potasio permite que todos los nervios del cuerpo funcionen correctamente. Asimismo, es necesario para que las células puedan captar los nutrientes con los que siguen funcionando, además de para que expulsen los desechos.
Y, por último, aunque el calcio suele relacionarse con la formación de los huesos, también interviene en muchos otros procesos: la coagulación de la sangre, la secreción de hormonas, el envío de señales nerviosas…
¡Pero estos no son los únicos beneficios de la cebolla!
El fruto de la planta Allium cepa (perteneciente a la familia de las liliáceas) también destaca por su contenido en carotenoides (potentes antioxidantes), en vitaminas del grupo B (esenciales para que el organismo obtenga energía a través de los alimentos) y en vitamina C (ayuda a reparar los tejidos del cuerpo, entre otras funciones esenciales).
Dada la cantidad de nutrientes que ofrece, no es de extrañar que también se consuma cebolla por sus propiedades medicinales. Estas se aprecian sobre todo en Asia, región donde se cree que se cultivó por primera vez.
Entre sus indicaciones más conocidas cabe señalar que ayuda a mejorar las funciones renales y a reducir el nivel de glucosa en sangre.
Asimismo, destaca por sus propiedades antibacterianas (demostradas ya en época de Pasteur) y a la hora de reducir las mucosidades de la garganta y los senos nasales. De ahí que, en caso de catarro o resfriado, tomar una sopa de cebolla pude ser un remedio ideal ¡y muy nutritivo!
Eso sí, si hablamos de platos a base de cebollas, la que le propongo es la receta de “cebollas rellenas” que he conocido gracias a la obra de Sally Fallon Tradiciones Culinarias.
Por supuesto, cuento con el beneplácito de la autora para compartir esta receta, que es solo una de las muchas que va a encontrar en esta completa guía de nutrición. (1)
Ingredientes (para 8 raciones)
Elaboración
Que aproveche ¡Y siga disfrutando de los beneficios de la cebolla!
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