Usar la bicicleta como método de transporte habitual, ya sea para ir al trabajo o para sus desplazamientos habituales, conlleva numerosos beneficios sobre la salud física y mental. Esta es la conclusión del estudio más grande realizado hasta la fecha sobre esta cuestión, que ha contado con 82.000 personas de entre 16 y 74 años a las que se realizó un seguimiento durante 17 años(1).
El análisis de los datos reveló que quienes se movían a diario en bicicleta tenían un 51% menos de riesgo de morir por cáncer, un 47% menos de hacerlo por cualquier causa, un 24% menos de probabilidades de sufrir cualquier enfermedad cardíaca y un 10% menos de ingresar en el hospital para recibir cualquier tipo de tratamiento.Y, ya dentro de la esfera mental, el ir en bicicleta se asoció con un 20% menos de probabilidades de tomar antidepresivos en el futuro.
Estos beneficios se observaron entre los participantes que montaban en bicicleta, incluso si recorrían menos de 5 km por trayecto, por lo que se trata de un objetivo fácilmente alcanzable. Y aunque las personas que caminaban para ir al trabajo (o al lugar de destino que les interesara) también obtenían beneficios para la salud, estos eran menos evidentes.
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