Entre los pacientes mayores de 70 años, 3 de cada 4 nódulos tiroideos de tamaño igual o superior a 1 cm que han sido diagnosticados por medio de técnicas no invasivas, han resultado ser benignos. Y los pocos que han evolucionado hacia un tumor de riesgo podrían haberse identificado por medio de otras técnicas de diagnóstico no invasivas, antes que por medio de la extirpación quirúrgica.
Estas son las conclusiones de un estudio(1) realizado en base a 1.129 pacientes mayores de 70 años y que redunda en la necesidad de evitar los diagnósticos invasivos, especialmente en los casos en los que el riesgo de la intervención puede ser mayor que cualquier posible beneficio.
Entre todos los pacientes se contabilizaron 2.527 nódulos que tenían un tamaño de al menos 1 cm. Se realizaron biopsias para confirmar las características del tumor, pero que no supusieran ningún riesgo para el paciente, por medio de aspiración con aguja fina y mediante ecografía. Tras realizar el estudio de las muestras extraídas se confirmó que en el 67,3% de los casos los nódulos eran benignos.
La conclusión del estudio es clara: en las personas de edad avanzada con nódulos tiroideos las técnicas de diagnóstico invasivo presentan un mayor riesgo de comorbilidades, además de que por regla general el cáncer de tiroides tiene una progresión muy lenta y un bajo riesgo. Por tanto, llevar a cabo una técnica invasiva sólo para determinar el diagnóstico no es recomendable en estos casos.
Fuentes:
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