Un estudio reciente confirma los beneficios del café: tomar 1 taza diaria de café negro sin azúcar reduce hasta en un 12% el riesgo de morir por enfermedad coronaria, cáncer, diabetes, problemas respiratorios y disfunciones renales. Repasamos los claroscuros de esta milenaria bebida.
Los anuncios de café se centran siempre en destacar su aroma, su exotismo, su sabor… pero curiosamente nunca hablan de sus beneficios para la salud.
Sin embargo, y pese a haberse puesto en numerosas ocasiones en tela de juicio y existir conclusiones científicas un tanto contradictorias al respecto, muchos estudios concluyen que es una bebida muy saludable.
En concreto, tomar 1 taza de café negro y sin azúcar al día reduciría hasta en un 12% el riesgo de morir por enfermedad coronaria, cáncer, diabetes, problemas respiratorios y disfunciones renales.
Y ese porcentaje alcanzaría el 18% cuando las tazas diarias que se consumen son 3.
Estos son los resultados que ha arrojado un estudio que ha contado con nada menos que 185.000 participantes. (1)
Por su parte, otra investigación incluso más reciente y realizada por científicos de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, concluyó que quienes beben de 3 a 4 tazas de café diarias reducen también su riesgo de sufrir demencia. (2)
Y otro ensayo recién salido del horno, como quien dice, habla directamente de la prevención de un tumor que afecta a muchas mujeres gracias al consumo de café (aquí puede leer más sobre sus conclusiones).
Conociendo la gravedad de estas enfermedades y la impotencia de la medicina frente a algunas de ellas (en particular todo tipo de demencias), creo que es importante que la población sepa de los beneficios que se pueden conseguir gracias a una bebida tan popular y que gusta a tantas personas.
Y eso que durante mucho tiempo se la ha demonizado injustamente porque -nadie lo niega- no favorece a todo el mundo por igual e incluso en ciertos casos resulta del todo perjudicial (aquí puede saber si usted es una de esas personas a las que no les conviene tomar café).
Yo soy un gran amante del café y me encanta su sabor. Pero lo cierto es que a muchas personas el café solo, sin leche y sin azúcar, les resulta demasiado amargo y fuerte.
El problema es que el café con leche, con azúcar o con cualquier otro añadido, deja de ser la bebida repleta de beneficios que hemos comentado.
De hecho, mucha gente se pasa tanto con el azúcar y otros edulcorantes que directamente podría decirse que hablamos de un pastel líquido.
Frente a esto, yo quiero reivindicar el café negro, sin añadidos, y su amargo sabor, que es precisamente lo que lo hace tan especial.
El amargo es un sabor que, a base de acostumbrar al paladar a lo dulce, hemos dejado de apreciar. Y es cierto que por lo general en la Naturaleza se corresponde con elementos venenosos, perjudiciales y ante los que cabe ponerse alerta (de ahí que los niños lo rechacen casi por sistema).
Sin embargo, todo es cuestión de hábito. Es perfectamente posible acostumbrarse a él, y más siendo adulto. Y es que resulta que con la edad se pierden muchas papilas gustativas, presentes en mayor número cuando somos niños para protegernos mejor, precisamente, de los envenenamientos.
Hay una regla general que dice que, cuando no nos gusta un alimento, basta con que nos obliguemos a comerlo 3 veces, en comidas separadas, para empezar a tolerarlo e incluso a disfrutarlo.
Mi consejo es que empiece con pequeñas dosis; por ejemplo, una gota de café en la punta de la lengua. ¡Verá cómo termina encantándole!
Hace no mucho, una investigación estadounidense demostró que el mero olor a café aumenta nuestros niveles de atención. (3)
¡Es un aroma que mejora el ánimo, aumenta nuestra curiosidad y nos hace más optimistas! ¿No le parece maravilloso siquiera que exista algo así?
Aunque por supuesto esto tiene otra cara.
Esos efectos son, precisamente, los que han llevado a muchos expertos a preguntarse si la cafeína es una droga (incluso llegando a compararla con la nicotina y la cocaína). (4)
En realidad, se trata de sustancias muy distintas, por lo que tratar de equipararlas solo conlleva malentendidos.
Como digo, el café no conviene a todo el mundo y además puede llegar a causar temblores y ansiedad cuando se consumen dosis extraordinariamente altas.
No obstante, los efectos de una sobredosis de café nada tienen que ver con los de las drogas duras.
Creo que la clave de todo está, como muchas veces, en saber escuchar al propio cuerpo y tomar café solo si uno nota que le sienta bien, además de no pasarse de las cantidades que haya comprobado que le funcionan.
Tengo un amigo al que una tacita de café, sin privarle de dormir, le quita incluso los dolores de cabeza de forma impresionantemente rápida. ¿Por qué iba a privarse de tal beneficio…?
1. Song-Yi Park, Neal D. Freedman, Christopher A. Haiman, et al. “Association of Coffee Consumption with Total and Cause-Specific Mortality Among Nonwhite Populations”. Ann Intern Med.2017;167: 228-235. [Epub ahead of print 11 July 2017].
2. “Coffee consumption and health: umbrella review of meta-analyses of multiple health outcomes”. BMJ 2018;360: k194.
3. “Scent of Coffee Alone Can Help Improve Test Performance, Boosts Mental Alertness”. Sutdy Finds. July, 2018.
4. Caffeine. Alcohol and Drug Foundation (ADF). Nov. 2021.
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