El arándano rojo (Vaccinium macrocarpon) es conocido por su eficacia para prevenir infecciones del tracto urinario, pero también resulta muy útil como acompañamiento para el tratamiento del cáncer de próstata. Eso es lo que ha demostrado un estudio realizado con 62 pacientes que iban a someterse a una prostatectomía (una resección total de la próstata)(1).
En el desarrollo de la investigación la mitad del grupo recibió 1.500 mg de extracto de arándano rojo durante los 21 días previos a la operación, mientras que la otra mitad tomó un placebo. Los científicos midieron varios biomarcadores propios de la salud de la próstata, entre ellos el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), que en un nivel elevado estaría incluso relacionado con la progresión cancerosa, así como los niveles del factor de crecimiento insulínico 1 (IGF-1), asociado en tasas elevadas a una mayor supervivencia en pacientes con cáncer avanzado.
El estudio concluyó que, en el grupo que había seguido el tratamiento con arándanos se habían reducido en un 22% los niveles de PSA, mientras que en el grupo de placebo estos habían aumentado. Asimismo, los niveles de IGF-1 del grupo tratado habían crecido significativamente (lo que implica un mejor estado de salud).
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