A largo plazo la cirugía no ofrece ningún beneficio a los hombres que se someten a ella para tratar un cáncer de próstata. Así lo han confirmado los resultados de un estudio realizado sobre 731 varones con cáncer de próstata que fueron divididos en dos grupos: los que se habían operado y los que no, quedándose estos últimos tan sólo bajo observación para vigilar y tratar los diferentes síntomas que pudiesen surgir a raíz de la enfermedad.
Dentro del grupo de pacientes que se habían sometido a la cirugía, el 61,4% falleció por causas ajenas al cáncer que sufrían, mientras que sólo el 7,4% lo hizo a consecuencia de ese cáncer. En el otro grupo, el porcentaje de muertes debido al cáncer de próstata fue del 11,4%.
Es decir, que entre los que no se operaron y los que sí lo hicieron sólo hubo una diferencia de 4 fallecidos por cada 100 pacientes; un número muy reducido si se compara con los numerosos efectos secundarios que tuvieron los enfermos sometidos a la intervención quirúrgica: pasados 10 años el 30% tenía problemas de retención de orina, y 20 años después el 40% estaba insatisfecho con su capacidad para mantener relaciones sexuales.
Fuente: Timothy J. Wilt, Karen M. Jones, Michael J. Barry, Gerald L. Andriole, Daniel Culkin, Thomas Wheeler, William J. Aronson, and Michael K. Brawer. “Follow-up of Prostatectomy versus Observation for Early Prostate Cancer”. New England Journal of Medicine. Julio 2017.
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