Actualmente en las sesiones de radioterapia se tiende a administrar una dosis homogénea para todos los pacientes según el tipo de cáncer. Dicha dosis se obtiene tras analizar los resultados obtenidos en tratamientos previos, atendiendo a los porcentajes de éxito, por lo que responde más a una cuestión de estadística, antes que de certeza de que efectivamente va a funcionar. Pero ahora un equipo de investigadores ofrece otra alternativa que permite un tratamiento totalmente personalizado, lo que lo hace más efectivo(1).
Proponen el empleo de la PET/TAC (tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía axial computerizada), sistema de exploración no invasiva gracias al cual se obtienen imágenes del órgano afectado por el tumor. Lo más interesante de esa imagen es que también ofrece información sobre las características fisiológicas del paciente, lo que permite una mayor precisión en cuanto a la dosis que se debe administrar a esa persona en concreto para asegurar que solo afecte al tejido cancerígeno.
También permite una mayor planificación, ya que ayuda a detectar con antelación, por ejemplo, los posibles cambios que se van a producir en el órgano dañado durante la radioterapia, así como la posible evolución del cáncer. En resumen, un tratamiento totalmente personalizado a las características de cada paciente y su tumor para que sea más efectivo y disminuya el riesgo de efectos adversos.
Fuentes:
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