¿Cada mañana le cuesta levantarse de la cama y, cuando lo hace, tiene la sensación de arrastrar una pesada bola de hierro encadenada a su pie durante el resto del día?
Y no sólo eso:
Los quehaceres diarios se han convertido en una auténtica losa.
Cualquier pequeño esfuerzo le parece un mundo.
Y anímicamente, la cosa no pinta mucho mejor: algo le dice que todo va a salir mal.
La explicación es más sencilla de lo que parece: a usted LE FALTA VITALIDAD.
Esta sensación de fatiga y apatía, que a veces cursa con depresión leve o moderada, es relativamente común ahora que ya ha vuelto a la rutina. Y si me pregunta si debería preocuparse, le diré que en principio no (aunque debe vigilarla ya que en algunos casos puede desencadenar en patologías más graves). Pero también le digo que no tiene por qué resignarse a pasar una etapa vital de decaimiento que puede perfectamente evitar.
Así que sólo tiene dos opciones:
1. Esperar a que pasen tres meses (generalmente el tiempo que tardan estos síntomas en desaparecer).
2. O ser proactivo y ACTIVARSE para cogerle rápidamente el pulso al día a día sin sufrir más contratiempos.
Si apuesta por ésta última, le invito a que siga leyendo: tengo una solución para usted que es un auténtico “chute” de energía física y mental para que se cargue las pilas y recupere toda su vitalidad.
Es normal que en determinadas épocas del año (generalmente durante los cambios de estación) todo se le haga más cuesta arriba. Y en ésta en la que nos encontramos justo ahora, este efecto tiene mucha lógica: durante las vacaciones usted ha alterado su ritmo vital y a la hora de volver a la normalidad se produce una especie de shock.
● Después de dormir sin restricciones tiene que volver a madrugar.
● Ha introducido cambios en su alimentación que probablemente hayan provocado carencias de vitaminas, de oligoelementos y de minerales.
● Tras el tiempo de ocio y de asueto vuelven las obligaciones del día a día.
● Y en lugar de paz y tranquilidad, de nuevo sufre el ruido, las prisas, el estrés…
No es de extrañar que esta vuelta a la vida cotidiana genere apatía, sensación de fatiga física e intelectual, mal humor e incluso pensamientos negativos.
¿Cómo puede combatirlos?
De primeras, hay ciertas pautas que debería seguir para recuperar su energía vital, como tener una actitud positiva, la práctica de ejercicio físico y seguir una buena alimentación. Pero no siempre son suficientes y en algunas ocasiones es posible que necesite una ayuda extra para que su situación no se agrave y puede incluso desencadenar en problemas de salud.
Y como seguramente querrá activarse cuanto antes, no me voy a andar por las ramas y se la voy a ofrecer ahora mismo: se trata de un complemento nutricional que le va a permitir afrontar esta etapa con una energía y una vitalidad renovadas.
Pocos complementos como éste van a ayudarle a mejorar el rendimiento físico e intelectual de manera tan rápida y eficaz. Cuando descubra la combinación de plantas que lo forman y la gran cantidad de evidencia científica que avala sus propiedades, lo entenderá.
Le recomiendo que tome buena nota.
El primer paso en su proceso de reactivación es recuperar la energía perdida en el organismo. Y desde tiempos inmemoriales la medicina tradicional china ha considerado el ginseng (Panax ginseng) como un tónico para el “Chí”, la fuente de la energía vital.
Su riqueza en principios activos y nutrientes hace del ginseng una auténtica central energética vegetal: ginsenósidos (de acción múltiple), polisacáridos, esteroles, varios aminoácidos esenciales, vitaminas B, C y E, y también numerosos oligoelementos como zinc, aluminio, arsénico, hierro, magnesio, cobre, potasio, fósforo, calcio, sílice, manganeso, cobalto…
Pero esta planta es mucho más que un simple energizante:
Como planta adaptógena, es capaz de estimular la resistencia no específica del organismo en situaciones de sobreesfuerzo y ayuda a combatir la fatiga. (1)
La propia Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) aprueba el uso tradicional de la raíz de ginseng y sus preparados para el tratamiento de los síntomas de la astenia, como la fatiga y sensación de debilidad. (2)
Apoya el sistema inmunitario, al estimular las células responsables de la inmunidad (linfocitos) e incitar la producción de interferones, sustancias capaces de neutralizar determinados virus. Por ejemplo, estudios científicos han demostrado que el extracto normalizado de ginseng administrado a personas afectadas por un resfriado es eficaz para reducir la intensidad y la duración de los síntomas. (3)
La respuesta inmunitaria mejora incluso en las personas vacunadas contra la gripe, disminuyendo notablemente el riesgo de contraer una infección respiratoria. (4)
Mejora las funciones cognitivas y el rendimiento físico, como abiertamente reconocen la Comisión E Alemana para la fitoterapia y la Organización Mundial de la Salud (OMS), gracias a su alto contenido en vitaminas del tipo B.
Por un lado, el ginseng favorece el aprendizaje y tiene un efecto beneficioso sobre la memoria a corto plazo, la reactividad y los rendimientos, reduciendo al mismo tiempo el estrés. (5) (6)
Por el otro, aumenta la capacidad de resistencia y prepara el cuerpo ante períodos difíciles, como el frío del invierno o una sobrecarga de trabajo. Diferentes ensayos han demostrado que el ginseng posee importantes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, favoreciendo así el rendimiento durante el esfuerzo físico intenso. (7)
Además, esta planta constituye un excelente apoyo para el tratamiento de varias enfermedades, como los problemas cardiovasculares, la diabetes, la hipercolesterolemia, las enfermedades neurovegetativas y las alteraciones que afectan a funciones cognitivas. (8)
La acerola (Malpighia glabra) es el fruto de un arbusto de América Tropical del mismo nombre y se asemeja hasta confundirse con una de nuestras cerezas. Pero lo que realmente hace de ella algo único es su increíble riqueza de vitamina C, entre 20 a 30 veces superior a la de la naranja o el limón (1.745 mg en 100 g de acerola).
Esto la convierte en la fruta con más vitamina C del mundo.
La vitamina C (o ácido ascórbico) es esencial para el organismo. Su acción contribuye a la absorción de los nutrientes, participa en la biosíntesis del colágeno, la carnitina y las catecolaminas, y al mismo tiempo combate las bacterias y los radicales libres.
Y la acerola, por su alta concentración de este nutriente, nos ofrece todos sus beneficios elevados a la máxima potencia:
Estimula el sistema inmunitario. Su papel en el fortalecimiento de las defensas naturales ha sido ampliamente demostrado por infinidad de estudios científicos:
– Estimula la producción y la función de los leucocitos (glóbulos blancos), esenciales para el sistema inmunitario.(9) (10)
-Su acción antioxidante protege esos mismos glóbulos blancos contra los daños oxidativos. (11)
-Y es además cofactor de un gran número de procesos enzimáticos, reduciendo así los riesgos o determinados síntomas de las enfermedades cardiovasculares, cánceres, enfermedad de Alzheimer, diabetes, asma y resfriado. (12) (13) (14)
Ayuda al bienestar del cerebro, al ejercer una acción estimulante beneficiosa sobre el sistema nervioso, dato que favorece la producción de noradrenalina y dopamina, neurotransmisores responsables de la cognición (atención y concentración), de la motivación y de la formación de ideas positivas.
La acerola permite evitar o controlar la depresión, que es el primer síntoma de carencia de vitamina C, a la vez que permite limitar el daño oxidativo, uno de los posibles factores responsables de la depresión. (15)
Es remineralizante y reestructurante. Al participar en la formación del colágeno, la acerola ayuda a reforzar la estructura de los huesos, cartílagos, vasos sanguíneos y piel. Se recomienda también a los deportistas, por cuanto ayuda a la resistencia física y a la recuperación después del esfuerzo.
Es antioxidante. Incluso la cantidad más pequeña de vitamina C puede proteger a nuestro organismo del daño provocado por los radicales libres, responsables del envejecimiento celular. La vitamina C participa también en la activación de otros importantes antioxidantes, como la vitamina E. (16)
El guaraná (Paullina cupana) es una planta cuyo nombre proviene de los guaranís, los indígenas de la Amazonía que la consumían con el fin de soportar mejor el hambre y la fatiga.
¿Sabe por qué? Porque su contenido en cafeína es 3 veces superior al del café.
Como usted seguramente haya experimentado en su vida cotidiana, la cafeína es de por sí un estimulante natural del sistema nervioso. Pero lo que quizá no sepa es que también activa el metabolismo basal, permite aumentar la vigilancia y la concentración, multiplica la fuerza física y aumenta el consumo de calorías, reduciendo al mismo tiempo la grasa corporal. (17) (18)
Casi nada.
Y por si fuera poco, el guaraná contiene taninos con virtudes astringentes, vitaminas A, E, B1, B3 y PP, minerales, oligoelementos y aminoácidos. Estudios clínicos recientes demuestran que estos componentes multiplican considerablemente sus efectos, convirtiéndolo en un estimulante más allá de su contenido en cafeína. (19)
Pero además de combatir eficaz y rápidamente la fatiga, esta planta también puede mejorar el rendimiento cognitivo. Tras realizar pruebas con guaraná solo, mezclado con ginseng asiático o con suplementos de vitaminas, los investigadores han constatado su acción sobre las funciones cerebrales que afectan a la memoria, a la atención, a la reactividad y al estado de ánimo. (20) (21) (22)
No podemos olvidar que el sobrepeso contribuye a aumentar la falta de motivación y la sensación de fatiga, tanto física como mental. Por eso, el último escalón en su proceso para recuperar la energía perdida es una ayuda para controlar y reducir el peso.
De ahí que el complemento que hoy le recomiendo también incluye una fruta como la piña (Ananas comosus), rica en azúcares de fácil digestión, además de fibras y ciertos principios activos como magnesio y vitaminas C y B1.
Consumida antes de las comidas, la piña aumenta la sensación de saciedad y es ligeramente diurética. Su alto contenido en la enzima bromelaína es fundamental para el metabolismo de las proteínas, que da como producto aminoácidos de fácil eliminación; también posee una acción antiinflamatoria, útil en la reabsorción de edemas asociados a depósitos grasos. (23)
Por estos mecanismos de funcionamiento la piña está especialmente indicada ante comidas abundantes, ya que favorece la digestión, y en el tratamiento de la celulitis y eliminación de grasa. (24)
Además, existen estudios que demuestran que las propiedades de la piña se incrementan en sinergia con el guaraná. Esta combinación ha demostrado que puede ser muy eficaz en la vuelta a la rutina, ayudándole a sentirse más ligero y con menor retención de líquidos gracias a su efecto diurético, así como a mejorar la digestión. (25)
Como acaba de ver, individualmente el ginseng, la acerola, el guaraná y la piña son cuatro activos increíbles que le ayudarán a recuperar la energía y las ganas de disfrutar de la vida.
Imagínese ahora todas las propiedades que suman estas cuatro plantas juntas: antiestrés, antifatiga, remineralizantes, energizantes, antiinflamatorias, tonificantes, inmunitarias, estimulantes, antioxidantes, mejora de las funciones cognitivas…
Pues eso es todo lo que va a encontrar en el complemento que hoy le recomiendo. Un único complejo que le permite favorecer el rendimiento físico e intelectual actuando sobre varios frentes a la vez.
Se llama Bienestar Tono Vitalidad, y usted va a encontrar en cada cápsula la energía que necesita para ponerse a tono y sentirse más vital.
He apostado por él después de una selección previa muy meticulosa, dada la gran variedad de composiciones de los productos naturales de estas características. Y como siempre hago a la hora de analizar los complejos de extractos de plantas, he prestado una gran atención al origen, dosificación y concentración de principios activos de los productos.
Por otra parte, también me ha llamado la atención el hecho de que, si bien se pueden encontrar muchos complejos que contienen extractos de ginseng, acerola, piña o guaraná, pocos proponen mezclas estudiadas para alcanzar una eficacia máxima con una acción sinérgica.
Y esto es más importante de lo que parece, pues la sinergia de los principios activos es una información suplementaria que se entrega al cuerpo; dice dónde y cuándo deben actuar los principios activos.
Atendiendo a estos detalles, mi propuesta de hoy está compuesta por una mezcla estudiada de extractos secos de ginseng, guaraná, acerola y piña en esta proporción:
Gracias al trabajo en equipo de estas 4 plantas en perfecta sinergia, usted podrá volver a los quehaceres diarios con la vitalidad que necesita en su día a día, sin sentirse cansado y con la actitud más positiva.
Una sola cápsula de este complemento al día (entre comidas y con un vaso de agua) le permitirá:
Estimular el rendimiento físico y las facultades intelectuales durante toda la jornada.
Mejorar la concentración y la memoria.
Favorecer el equilibrio nervioso y reducir el estrés.
Ayudar a combatir eficazmente la fatiga pasajera desde la primera toma.
Reforzar los sistemas inmunitario y antioxidante debilitados por el estrés.
Ayudar al control del peso y a la eliminación de líquidos.
Además, esta fórmula concentrada es de liberación progresiva, lo que significa que usted podrá beneficiarse de sus efectos durante las siguientes 8 horas a su toma.
No se resigne en su vuelta a la rutina y deje de arrastrar durante todo el día esa pesada bola de hierro que tanto le fatiga y desanima.
¡Corte ahora mismo las cadenas con este complemento y recupere la mejor versión de sí mismo!
Si lo desea, puede pedirlo en este enlace.
P.D: Por su alto contenido en cafeína, este complemento no está recomendado en niños, mujeres embarazadas ni en período de lactancia. Si tiene alguna condición médica concreta y/o toma medicación, consulte previamente con su terapeuta.
Fuentes:
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