¿Se siente cansado con frecuencia?
¿O quizá sufre a menudo dolores articulares, pequeños estallidos en la espalda y cuello, dolor de cabeza, problemas de memoria, trastornos del ánimo…?
A menos que usted sea propenso a los trastornos depresivos, estas molestias no parecen gran cosa.
Si va ver a su médico para consultarle, es probable que le recete calmantes, incluso antidepresivos, y que le remita al psiquiatra.
Pero en realidad podría tratarse de algo mucho más grave. Y que su médico simplemente pase de largo ante una enfermedad casi invisible y, sin embargo, muy real y con consecuencias que pueden llegar a ser dramáticas: la enfermedad de Lyme.
La enfermedad de Lyme está causada por las bacterias del género Borrelia, que se transmiten especialmente a través de las picaduras (más bien mordeduras) de las garrapatas.
Las garrapatas son ácaros que, favorecidos por el cambio climático, están proliferando dramáticamente. Y las enfermedades que transmiten al hombre han aumentado un escalofriante 300% en los últimos 20 años.
Aunque hace una década se limitaban a los bosques de algunas zonas del norte de Europa, actualmente las garrapatas ya son una presencia constante también por muchas partes de España, y muy pronto infestarán la totalidad del territorio.
Sólo en Alemania, donde se ha convertido en una epidemia galopante, en el año 2010 fueron tratadas por lyme un total de 900.000 personas.
La enfermedad ha sido localizada en todos los continentes menos en la Antártida. Es una verdadera catástrofe para la salud pública.
Un simple paseo por el campo puede convertirse en una terrible pesadilla si en su camino se cruza una garrapata infectada. Y es que una sola picadura basta para que, si ésta tiene la enfermedad, se la transmita. Las bacterias se infiltrarán entonces en todos sus órganos y en cada uno de los tejidos de su cuerpo, incluyendo los huesos.
Esas bacterias atacan a todos los sistemas, también el sistema nervioso y el cerebro, pudiendo causar gran variedad de lesiones graves que a su vez provoquen dolores insoportables, parálisis, una abrumadora fatiga crónica, trastornos psiquiátricos…
Una vez que la infección se ha vuelto crónica, la enfermedad de Lyme puede ser confundida con casi cualquier enfermedad conocida por la medicina, y eso explica que decenas de miles de personas tarden demasiado tiempo en recibir un diagnóstico o que estén mal diagnosticadas.
Pero, tal y como usted mismo va a descubrir en el nuevo ejemplar de Plantas & Bienestar, existen dos métodos eficaces y reconocidos para identificar y diagnosticar la enfermedad de Lyme: los test Elisa y Western Blot. (1)
Pero también va a descubrir un tercer método de diagnóstico especialmente eficaz, que va a compartir con usted uno de los mayores especialistas mundiales de la enfermedad de Lyme, el doctor Richard Horowitz.
Médico internista (especializado en diagnósticos complejos y en enfermedades autoinmunes) en Nueva York, el Dr. Horowitz ha tratado y curado durante más de 30 años a más de 12.000 pacientes con la enfermedad de Lyme. Su técnica es especialmente útil en los casos más difíciles de detectar.
Si importante es detectar la enfermedad, también lo es poder tratarla de forma eficaz. Y esto también lo encontrará en el próximo número de Plantas & Bienestar.
Descubrirá que el uso de ciertas plantas medicinales resulta muy recomendable en el tratamiento de esta enfermedad (por supuesto, le decimos cuáles y en qué posología). El Dr. Horowitz detalla un tratamiento que ha resultado eficaz para el 70% de sus pacientes, basado en tomar entre 30 y 60 gotas al día de una mezcla de cumanda, banderol, enula y samento (uña de gato).
El ajenjo chino también funciona, y no sólo es conocido por sus efectos sobre la borreliosis, sino también sobre la babesiosis (otra enfermedad parasitaria similar a la malaria).
Y otro tratamiento sorprendente es el de Buhner, que comprende el andrographis, la hierba nudosa japonesa, el samento, el astrágalo de China y el eleuterococo.
También comprenderá por qué para tratar el lyme es tan importante mantener altos los niveles inmunitarios, y cómo puede hacerlo con determinados hongos que aumentan los linfocitos T (los destructores de las células infectadas) en más de un 300%.
Y no se olvide de anotar en algún lugar que le resulte fácilmente accesible el consejo que el Dr. Horowitz le da para actuar si le ha picado una garrapata. Un acto simple pero que puede reducir considerablemente el riesgo de contraer la enfermedad.
Por supuesto, la enfermedad de Lyme no es lo único que tratamos en el nuevo número de Plantas & Bienestar. Aquí tiene un avance de otros asuntos de gran importancia:
También en el número de marzo de Plantas & Bienestar:
Estoy deseando que tenga en sus manos este ejemplar que hemos preparado con esfuerzo y cariño. Para recibirlo (en formato papel) por correo postal en su domicilio, debe hacer su pedido antes del 8 de febrero haciendo clic en este enlace (podrá comprobar las condiciones de suscripción antes de efectuar el pago).
¿Quiere un buen consejo? ¡Deje entrar en su vida el poder de las plantas!
Fuentes
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Hola me gustaría saber si se publicará algún ejemplar que haga referencia a la esclerosis múltiple. Me interesa el tema ya que tengo una hija de 20 años con dicha enfermedad y hace que se diagnosticó casi 9 años. Casi desde entonces sigue tratamiento con medicina alternativa y de momento se mantiene bastante bien, aunque no se ha librado de bastantes brotes .
Les agradecería cualquier información al respecto.
Gracias.
Olvidé de añadir que cuando era pequeña quizá a los 5 años le picoó una garrapata pero enseguida se la quitamos y no huvo ningun problema posterior.
Lo comento porque en el artículo en el que se habla de la enfermedad de lyme se comemta que sus efectos pueden provocar confusión y diagnosticarse por ejemplo esclerosis múltiple y a ella se la diagnosticaron a los 12 años.
No sé si puede tener relación después de haber pasado tantos años.
Cualquier información será bienvenida.
Gracias.
Dolors