Cataplasma de col para aliviar la artritis [Receta fácil para prepararla en casa]

Es posible que recuerde a su abuela o a su madre colocándose hojas de repollo sobre las articulaciones doloridas debido a la artritis o al reumatismo.

¿Es así?

Si es el caso, ¡qué gran aprendizaje le han legado!

Y es que resulta que un estudio reciente realizado con pacientes de osteoartritis de rodilla ha demostrado que una cataplasma de hojas de col funciona mejor que la mayoría de los medicamentos antiinflamatorios contra esta enfermedad. (1)

Además, lo hace de forma inocua en comparación con los riesgos añadidos que presentan muchos fármacos de síntesis (en concreto, desde 2018 se sabe que Voltarén, un medicamento habitualmente recetado en estos casos, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca). (2)

Hojas de col … ¡y mucho más!

Como se imagina, el ingrediente principal de la receta que hoy aprenderá a preparar son las hermosas hojas de repollo.

Pero no de cualquier variedad, sino de col rizada de temporada y de producción local y ecológica.

Y además vamos a añadirle otros dos ingredientes clave para que sea aún más eficaz: el ajo y el vinagre.

Si en alguna ocasión he mencionado el poder antiinflamatorio de la cebolla, debo decir que el ajo, que también pertenece a la familia de las aliáceas, es aún más potente.

Y el vinagre, por su parte, también ayuda a aliviar las articulaciones inflamadas.

Pero aún hay otro ingrediente extra que se suma a la aplicación: el aceite de oliva virgen extra.

Este se utiliza para masajear la zona de la articulación antes de aplicar la cataplasma, ayudando así a que los principios activos de los ingredientes que hemos visto penetren más profundamente.

Es decir, que los ingredientes que necesita son:

• 3 ó 4 hojas de col rizada.
• 1 poco de vinagre de sidra de manzana.
• 1 diente de ajo.
• 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra. 

Y por el lado del material, debe contar con: 

• 1 rodillo (o una botella de vidrio bien limpia, en su defecto). 
• 1 cuchillo de cocina.
• 1 plato hondo o tazón.
• 1 cacerola (para hacer un baño maría).
• 1 venda. 

Para preparar su cataplasma articular…

… coja 4 hojas de col, enjuáguelas bien y séquelas con un paño limpio. Luego retíreles las venas más grandes con un cuchillo. 

Coloque las hojas una encima de la otra y tritúrelas con un rodillo para aplanarlas y extraer un poco de su jugo. Apriete con toda la fuerza de la que sea capaz.

Por otro lado, en un plato hondo o tazón grande, vierta un poco de vinagre. Pele el diente de ajo, aplástelo y agregue toda su pulpa al vinagre.

Luego sumerja las hojas de repollo en el tazón, remojándolas bien en la mezcla, y caliéntelo todo al baño maría durante unos minutos (el objetivo no es cocer las hojas, sino más bien escaldarlas).

Una vez apagado el fuego y tibias las hojas (no deben quemar la piel), masajee con aceite de oliva la articulación dolorida, coloque las planchas de col encima, cubra con la venda (cuidado de no apretar demasiado o demasiado poco) y… ¡voilà!

En momentos de mucho dolor podrá aplicar esta cataplasma hasta dos veces al día, dejándola actuar durante varias horas, o colocarla antes de acostarse y dormir con ella.

Y si quiere descubrir muchas otras recetas de cataplasma contra la tos, la bronquitis, las afecciones cutáneas… aquí puede hacerlo. ¡Son mucho más sencillas de preparar y de aplicar de lo que muchas veces se piensa!