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En busca de la mejor cerveza

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La cerveza, esa bebida ancestral que ha perdurado a través de los siglos, ha evolucionado de manera asombrosa para ofrecernos todo tipo de variantes. Desde las Lagers refrescantes hasta las intensas y amargas IPAs. Pero, ¿cuál es la mejor cerveza? Y además de refrescar, ¿ofrece beneficios para la salud? Exploremos su casi infinita variedad de sabores, aromas y estilos.

Mucho ha llovido desde que, allá por la Mesopotamia de hace 4.000 años, alguien tuvo la genial idea de fermentar cebada y añadirle después lúpulo para darle un toque amargo. Surgió así la cerveza, una bebida que ahora se consume en todo el mundo ¡y con más variedades de las que uno imagina!

Porque más allá de tomarla fría o tibia, que responde más a gustos y tradiciones culturales, lo cierto es que a día de hoy hay infinidad de sabores, estilos y aromas. Y buena prueba de ello son las ferias de la cerveza que cada año se celebran en todos los rincones del planeta.

Por supuesto, no deja de ser una bebida alcohólica, que puede hacernos daño si se consume en exceso, por lo que siempre hay que beberla con moderación.

Dicho esto, repasemos algunas de las variedades más populares, así como sus beneficios. ¡Le sorprenderán!

Lúpulo, el ingrediente más saludable de la cerveza

Lúpulo es como se conoce a las partes secas y con flores de la Humulus lupulus, una planta de la familia de las cannabáceas. Y es el ingrediente que no puede faltar en cualquier cerveza que se precie, ya que es lo que permite contrarrestar el dulzor de la malta de cebada (el otro ingrediente principal), otorgándole su sabor amargo característico.

Pero el lúpulo también contribuye a la conservación de la cerveza, ya que actúa como estabilizador. Así, es gracias a él que se mantiene la espuma de la cerveza tiempo después de haberla servido y, asimismo, hace que perdure su frescor.

Aunque aquí no acaban sus aportes. También ayuda a estimular el apetito, además de ser un eficaz antiséptico. Y la propia Fundación Española del Corazón (FEC) ha alabado sus virtudes al considerarla una bebida saludable por su riqueza en vitaminas del grupo B, minerales (fósforo, silicio y potasio), ácido fólico y antioxidantes (destacan los polifenoles presentes en el lúpulo). De ahí que un consumo responsable esté asociado a beneficios cardiovasculares, óseos e incluso a la hora de hacer frente a la obesidad. (1)

Eso sí, a este respecto hay que tener en cuenta que el aporte calórico varía bastante según el tipo de cerveza de la que estemos hablando y de su contenido en hidratos de carbono, ya que estos pueden ir de las 17 calorías por cada 100 ml de la cerveza sin alcohol a las 45 cal/100 ml de la tradicional.

Y tampoco hay que olvidarse de sus efectos sedantes e incluso antilibido. Este último se debería al acetato de cipropterona, un compuesto que también contiene el lúpulo y que ofrece efectos antiandrogénicos, por lo que podría reducir el apetito sexual al reducir el nivel de testosterona en los hombres.

Ahora bien, algunos estudios han señalado que en las mujeres puede provocar el efecto contrario y aumentar el deseo sexual, ya que en ellas aumenta el nivel de estrógenos. Y también hay que tener en cuenta el tipo de cerveza que se prefiera, pues las tostadas (las más oscuras) aumentarían la libido y la duración de las erecciones gracias a su alta concentración en hierro. (2)

En la variedad está el gusto

Desde las cervezas claras y refrescantes hasta las oscuras y robustas, hay una opción para cada ocasión y paladar.

Por si necesita una ayuda a la hora de elegir, estas son algunas de las variedades más populares:

Lager

De fermentación baja y elaborada con maltas claras o rubias (es decir, el tueste de la malta dura menos), ofrece un sabor más suave. Probablemente por ello sea una de las más populares, existiendo tres subtipos distintos: pilsen (con una graduación del 4% y un ligero aroma a lúpulo), especial (ofrece aromas malteados ligeramente tostados, visible también en los reflejos dorados de la bebida) y extra (con un 6-7% de graduación, es reconocible por su color cobrizo gracias a la malta tostada con la que se ha elaborado).

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Negras

Su color se debe a que están elaboradas con malta tostada, que es también lo que aporta su sabor más amargo. Asimismo, hay dos subtipos principales: las stouts (cervezas muy oscuras) y las porters (aún más fuertes, suele ser cremosas y tener matices a chocolate o café).

Ales

Su graduación en alcohol y sabor es más intenso que la cerveza de tipo Lager. Para su elaboración se emplean sobre todo levaduras Saccharomyces cerevisiae. Dentro de esta variedad existen muchos subtipos, como las brown ales o las pale ales. Y dentro de estas últimas se encuentra la Indian Pale Ale (IPA), que destaca por su alta cantidad en lúpulo, lo que aporta un extra de amargor.

Ales belgas

Originarias de Bélgica, uno de los países donde más cerveza se produce, hay que diferenciar entre las saison belgas, que destacan por un sabor más fresco y afrutado, y las trapenses. Estas últimas deben su nombre a que originalmente se elaboraban en los monasterios de la orden trapense, y se caracterizan porque sufren una segunda fermentación (en botella), lo que aumenta su color y graduación, hasta los 8º.

De abadía

Se caracterizan por su sabor fuerte y malteado debido al uso de levaduras de alta fermentación. Además, se suelen fermentar en cubas durante 5 días, para después ser sometidas a otro proceso similar en tanques y a una última fermentación ya directamente en la botella. El resultado es una cerveza de color bronceado y con una espuma ligeramente tostada, además de con aroma afrutado. Su graduación es de unos 6º.

De trigo

Pese a su nombre, no suelen estar hechas enteramente de trigo y por regla general el 50% es cebada. Su fermentación es alta y en muchas ocasiones no se filtran (es decir, no han pasado por un proceso de pasteurización), lo que aporta un mayor frescor y variedad de sabores frutales.

Explorando el mundo cervecero

Como ve, la cerveza es el resultado de una enorme creatividad donde tradición e innovación siempre han ido de la mano.

Intentar determinar cuál es la mejor cerveza es prácticamente imposible, ya que el paladar de cada persona es único. La preferencia por el sabor, el cuerpo, el amargor y otros atributos juegan un papel muy importante en la elección de una cerveza.

Por tanto, más que buscar una respuesta universal, lo mejor es explorar las mil variedades que existen y celebrar la diversidad que el mundo cervecero ofrece.

Eso sí, recuerde la regla básica de beber con moderación.

Fuentes

  1. La cerveza, una bebida saludable. Fundación Española del Corazón (FEC).
  2. Kat Van Kirk: “The Married Sex Solutions”. 2017.

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