El lupus eritematoso es una enfermedad autoinmune que sigue trayendo de cabeza a los científicos. Hace tiempo un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desarrolló una estrategia para controlar esa patología (aquí puede leer la noticia sobre ese hallazgo) y, ahora, un nuevo estudio(1) ha demostrado que la microbiota intestinal es la clave para dar con el tratamiento definitivo.
Realizado por investigadores de la Universidad de Osaka (Japón), estos han observado que en la flora intestinal de las personas con lupus eritematoso hay una mayor presencia de dos bacterias Streptococcus: la S. anginosus y la S. intermedius. Y todo apunta a que la acilcarnitina, una molécula relacionada con esas bacterias, sería la responsable de inducir la inflamación y la sobreactivación del sistema inmunitario que caracteriza esa patología.
En definitiva, gracias a esa investigación se conoce el estado concreto de la microbiota de los pacientes con lupus eritematoso, lo que supone el primer paso para dar con un tratamiento más específico y realmente eficaz.
Yoshihiko Tomofuji, Yuichi Maeda, Oguro Igashira et al.: “Metagenome-wide association study revealed disease-specific landscape of the gut microbiome of systemic lupus erythematosus in Japanese”. Annals of the rheumatic diseases. BMJ Journal. 2021.
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