Las conocidas como “pausas inteligentes” permiten mejorar la concentración, rendir al máximo y reducir los dolores físicos tras una intensa jornada, ¡en apenas 5 minutos! Le mostramos algunas ideas que le ayudarán a ser más productivo.
El cuerpo en general -y el cerebro en particular- va agotando sus energías, por lo que necesitan algún que otro descanso para poder recuperarse.
Es decir, que solo realizando pequeñas pausas se puede seguir siendo igual de productivo durante toda la jornada.
Ahora bien, esas pausas destinadas a “recargar las pilas” deben ser de un tipo muy concreto. Tienen que ser “pausas inteligentes”.
Así es como se conocen los pequeños descansos que permiten mejorar el rendimiento -sea cual sea el tipo de trabajo o tarea que se realice-, sin acabar agotado al final del día.
Además, por lo general ayudan a descansar la vista (interesa si se trabaja con pantallas electrónicas) y favorecen la movilidad (muy beneficioso si en la jornada se está mucho tiempo sentado o en una misma postura).
Lo mejor de todo ¡es que solo hacen falta unos pocos minutos! para conseguir todos estos beneficios. Y es que lo que marca la diferencia a la hora de ser más productivo no es tanto el tiempo dedicado a esa pausa, sino su calidad.
De este modo, no es lo mismo dedicarla a responder correos electrónicos o a ver las noticias, por ejemplo, que a hacer algo relajante -y agradable al mismo tiempo- para así desconectar, que es el objetivo que se persigue.
Eso sí, es importante que las pausas se realicen a lo largo de toda la jornada y en períodos de tiempo más o menos regulares.
Pero no se preocupe, para acordarse bastará con que programe la alarma del móvil o utilice un temporizador de cocina del tipo que puede ver en la imagen.
Como ha visto, la clave está en saber parar cuando toca hacerlo, así como en hacer lo apropiado en ese período de tiempo.
Por ello quiero darle algunas ideas que puede realizar en esas pausas. Están orientadas a aumentar la energía, agudizar la concentración, mejorar la productividad y, no menos importante, reducir los dolores musculares y articulares.
De hecho, lo idóneo es que intente combinarlas a lo largo de la jornada para beneficiarse de todas sus particularidades.
Esta práctica puede resultar muy beneficiosa para aquellos a los que les cuesta separarse del móvil. Si es su caso, intente olvidarse de él durante al menos unos minutos y aproveche para salir a la calle y dar un paseo.
El contacto con el sol y la brisa le ayudarán a relajar tanto el cuerpo como la mente, lo que le permitirá retomar después su labor con energías renovadas. Y si puede dar el paseo por un entorno natural ¡mejor que mejor! Se ha demostrado que beneficia la salud mental (aquí puede leer más sobre ello).
Para relajar las tensiones musculares que aparecen al mantener la misma postura durante mucho tiempo conviene realizar automasajes y estiramientos.
Existen diferentes opciones dependiendo del material que tenga a mano: puede usar rodillos o bastones de masaje, bandas elásticas o incluso su propia silla para apoyarse a la hora de realizar los estiramientos.
Eso sí, conviene centrarse especialmente en los músculos del cuello, la espalda, los hombros y las caderas, ya que son más propensos a sufrir contracturas cuando se lleva un estilo de vida algo sedentario.
Además de los estiramientos, interesan las denominadas “posturas correctivas”. Es decir, las que ayudan a reforzar y reequilibrar el cuerpo, así como a disminuir los posibles dolores musculares que surgen cuando se sobreutiliza más de una parte del cuerpo.
Una postura que puede realizar en cualquier lugar y momento es la sentadilla (fíjese en la imagen para asegurarse de que la hace correctamente). Lo idóneo es que intente aguantar unos 30 segundos y luego vaya aumentando poco a poco ese tiempo.
Por supuesto, si tiene oportunidad, también puede realizar otros ejercicios más intensos para trabajar diferentes grupos musculares: hacer flexiones, ejercicios con pesas o montar en bicicleta, por ejemplo.
Estas pausas también vienen muy bien pada descansar los ojos, especialmente si se pasa mucho tiempo al día delante de las pantallas electrónicas.
Una manera de dar a los ojos el descanso que se merecen es practicar el denominado palming: frote las manos entre sí para generar calor, júntelas formando una especie de concha y colóquelas sobre los párpados para impedir el paso de la luz.
Realizar esta técnica durante 5 minutos -mejor si es sentado y con los codos apoyados en una mesa-, ayudará a calmar sus ojos y prevenir problemas de vista cansada.
Ambas acciones son fantásticas para mejorar el estado de ánimo, por lo que resultan especialmente útiles si uno se encuentra más cansado, agobiado o apático de lo normal.
Así que no lo dude y dese un capricho durante unos minutos al día para escuchar su música favorita. Y si además aprovecha para bailar y cantar su canción preferida, mejor que mejor.
Y es que, además de mejorar el bienestar, bastan unos minutos de baile para aumentar el flujo sanguíneo, lo que a su vez proporciona más oxígeno a todo el cuerpo y favorece la producción de energía (si le interesa el tema, le invito a leer este texto sobre un tipo de baile muy de moda en estos días).
Vamos ahora con un ejemplo muy distinto al anterior, siendo esta práctica mucho más calmada pero también de gran ayuda para abstraerse del ambiente que nos rodea.
Para llevarla a cabo busque un lugar tranquilo, siéntese en el suelo con los ojos cerrados y haga respiraciones profundas, centrándose en todas las sensaciones corporales que este momento de relajación conlleva.
También puede ponerse auriculares para escuchar música relajante que le ayude a conseguir ese objetivo, sobre todo si no ha practicado la meditación con anterioridad.
Dedicar unos minutos a la lectura es perfecto para abstraer la mente y no pensar en esas otras tareas que ocupan la jornada.
Ahora bien, lo importante es leer algo que no tenga nada que ver con nuestro ámbito de trabajo o con las noticias de actualidad. No hay que olvidar que el fin último es que el cerebro se relaje de todas las posibles tensiones del día a día.
Otra alternativa para interrumpir de forma inteligente la tarea que se está haciendo es optar por unas pausas más creativas.
Es decir, que en lugar de aprovecharlas para leer lo que otros han escrito, sea usted el artífice de ese texto.
Aunque por supuesto tiene muchas más opciones entre las que elegir: dibujar, tocar un instrumento, fotografiar su entorno…
Por último, le recomiendo una práctica muy beneficiosa para despejar la mente. Además, le ayudará a ser más feliz, lo cual ofrece muchos más beneficiosos de los que pueda imaginar (puede conocerlos pinchando en este enlace).
Consiste en escribir tres cosas por las que siente gratitud, da igual si le han sucedido ese mismo día o en cualquier otro momento. También puede ser algo relacionado con un logro del que se sienta orgulloso o con una persona que se acordó de usted cuando lo estaba pasando mal…
Aunque pueda sorprender, esta sencilla acción le ayudará a mejorar su estado de ánimo y a retomar su actividad con energías renovadas.
Y no tienen por qué ser cosas especialmente llamativas. Por ejemplo, el otro día yo di las gracias por ese vecino que se interesó por mi salud cuando coincidimos en la calle ¡y también por el delicioso café que me acompaña todas las mañanas!
Existe una manera muy sencilla de comprobarlo: cuando retome la actividad que estuviera haciendo, si ese tiempo de desconexión ha sido realmente eficaz, se sentirá más enérgico, motivado y creativo.
Anímese a probarlo. Seguro que le resulta de lo más gratificante.
Y si luego quiere compartir con el resto de lectores de Tener Salud cómo le ha ido, o qué otras pautas aparte de las indicadas realiza, puede hacerlo dejando un comentario más abajo.
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Es molt interessant fer tot lo que explicas, mols concells ja els practico i em fata tenir constancia, que no falli ni un dia, ajuda mol el que scrius. gracies ets molt bo.
Respiraciones profundas (mínimo tres, continuas) antes de cada pausa inteligente pueden ayudar a relajar cuerpo y mente.