El lupus es una enfermedad autoinmune que no hay que tomarse a la ligera. Y según un estudio realizado en Brasil(1) la contaminación agravaría claramente sus síntomas, en especial en los días siguientes a un pico de contaminación ambiental.
Este puede ser un argumento más para que las personas enfermas de lupus opten por vivir en ciudades que no tengan un exceso de población y, en consecuencia, que no se vean tan afectadas por la contaminación.
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