Todavía no existe una cura definitiva para el párkinson, por lo que su tratamiento se centra en reducir la incidencia de los síntomas. Para que este tratamiento sea lo más preciso posible se ha creado Stat-on(1), un dispositivo que monitoriza constantemente el estado del paciente para recabar información, hacer estimaciones de la evolución a largo plazo y realizar los cambios pertinentes en la dosificación de los fármacos.
El Stat-on tiene forma de cinturón, por lo que el paciente puede llevarlo sin que afecte a su día a día. Con los datos recabados se emite un informe diario que el médico analiza para ajustar el tratamiento y modificar las dosis que recibe el enfermo en caso de que sea necesario.
Además, el aparato emite una alarma si detecta que la persona que lo lleva ha entrado en el llamado “estado de congelamiento” (bloqueos motores musculares), que es uno de los síntomas de la patología. El objetivo de los creadores del dispositivo es que en un futuro pueda administrar directamente el medicamento prescrito para cada enfermo de párkinson.
Fuentes:
Artículos relacionados