Crononutrición: cómo perder peso sin hacer dieta

Si está harto de hacer dietas porque nunca consigue el resultado esperado, o incluso acaba ganando más de los kilos que ha perdido, ¿qué tal acudir a su animal totémico? Gracias a la crononutrición le ayudará a mantenerse en forma ¡sin hacer grandes sacrificios!

Crononutrición, o seguir los ritmos circadianos

Más que una dieta, la crononutrición es un estilo de alimentación. ¡Y eso es lo que marca la diferencia! Porque en lugar de restricciones calóricas o alimentos prohibidos, se basa en respetar los ritmos circadianos, ya que de ellos dependen los procesos metabólicos.

La crononutrición fue desarrollada por Michael Breus. Este psicólogo estadounidense observó que los ritmos circadianos podían variar dependiendo del ritmo biológico que tuviera cada persona, y que no siempre era el mismo. Por tanto, la clave para mantenerse en forma (a nivel físico y emocional), así como para controlar el peso, era respetar el ritmo biológico de cada uno, que él definió como “cronotipo”.

De este modo, según el Dr. Breus, podemos sacar el máximo partido a nuestros ritmos circadianos para que el organismo funcione correctamente, optimizando la energía que recibimos de los alimentos.

Ahora bien, ¿cómo podemos saber cuál es nuestro cronotipo? Siga leyendo y descúbralo usted mismo.

Saque el máximo partido a su cronotipo

El Dr. Breus asoció a cada cronotipo un animal: león, oso, lobo o delfín. Y es que estos “animales totémicos”, como él los definió, indican muy bien los ritmos biológicos que interesa seguir, dependiendo de cuál sea el cronotipo.

A continuación podrá ver las principales características, además de algunos consejos para que pueda organizar su jornada respetando los ritmos biológicos de cada uno. (1)

León

Las personas que tienen como animal totémico al león se caracterizan por tener un muy buen despertar y ser muy activos por la mañana, mientras que por la tarde se mueren de sueño.

Si es su caso, no lo dude y levántese bien pronto, incluso si es antes que el resto de la familia. Puede tomarse un pequeño tentempié sobre las 5:00 de la mañana y aprovechar esas primeras horas del día para hacer aquellas actividades que requieran más esfuerzo, ya sea físico o mental.

A media mañana, sobre las 11:00, puede hacer una pausa y tomarse un gran desayuno, mientras que el final de la tarde es el momento idóneo para el ejercicio. Eso sí, por su ritmo biológico debe cenar pronto y esta comida debe ser ligera y rica en proteínas. Y como muy tarde acuéstese a las 23:00 horas.

Oso

Se trata del cronotipo más frecuente (también el que mejor se adapta al horario impuesto por la sociedad moderna) y quienes lo tienen comen y duermen mucho, sobre todo los fines de semana.

Si es su caso, le interesa levantarse sobre las 7:00 horas y aprovechar las primeras horas del día para hacer ejercicio, antes de arrancar la jornada. Una buena hora para comer serían las 13:00 horas, y aquí sí debe vigilar la cantidad que ingiera, pues ya ha visto que los osos se caracterizan por tener gran voracidad. Y mejor si después da un paseo que ayude a la digestión.

A primera hora de la tarde puede echarse una pequeña siesta o aprovechar para meditar, dejando las horas centrarles de la tarde para hacer un poco de ejercicio o cualquier actividad que requiera un poco más de atención. Y la cena, en este caso ligera, interesa que sea antes de las 21:00 horas para dedicar después un tiempo a la lectura o a la meditación antes de irse a dormir. Y manténgase alejado de las pantallas electrónicas para conciliar mejor el sueño.

Lobo

Es totalmente opuesto al león, ya que le cuesta muchísimo arrancar el día. Si se ve reflejado en este animal totémico, lo mejor es que el proceso de levantarse lo lleve a cabo en varios tiempos. Por ejemplo, empiece abriendo las cortinas para exponerse a los rayos de sol y que su organismo empiece a trabajar. Después desayune, incluso si no tiene mucha hambre, pero prescinda del café antes de comenzar con su jornada.

A media mañana puede tomarse un café, si esto le ayuda a estar más activo, pero tenga cuidado con el picoteo, ya que en su caso hará que tienda al sobrepeso.

La tarde es el mejor momento de los lobos, pues están más despiertos, y por ello es preferible reservar esas horas para las actividades que requieran de más atención. Incluso si es a última hora de la tarde. Y por esta misma razón el horario de la cena puede ser un poco más tardío, entre las 21:00 y las 23:00 horas, aunque también conviene prescindir de las pantallas electrónicas para conciliar el sueño.

Delfín

Por último, quienes tienen el ritmo biológico de los delfines suelen dormir mal y sufren insomnio con cierta frecuencia, sobre todo si se han echado una siesta. Y, debido a ese cansancio, tienden a mostrarse irritables.

Para superar esos problemas, si este es su caso, debe adaptarse a su cronotipo. ¿Cómo? Acuéstese sobre las 23:00 horas y trate de levantarse entre las 5:00 y las 7:00. Y para aprovechar la mañana, que es también su momento de mayor productividad, haga un poco de ejercicio al aire libre antes de desayunar y comenzar la jornada.

Respecto a la comida, interesa que esta sea sobre el mediodía, seguida de un paseo. Eso sí, olvídese del café de la tarde, pues luego le costará dormir. La cena, entre las 19:00 y las 21:00 horas, puede ser un poco más abundante que en el caso de los otros cronotipos. Y antes de acostarse pruebe a leer o a meditar para acabar el día tranquilo.

¿Ya sabe qué animal totémico es el suyo? Anímese a seguir el ritmo que marca su cronotipo y verá como pronto notará una diferencia en su bienestar.