“En un principio, la intención de Pringles era fabricar pelotas de tenis. Sin embargo, el día que esperaban la entrega del caucho, lo que llegó fue un camión cargado de patatas. Los responsables de Pringles, que se caracterizaban por su espíritu práctico y no querían perder tiempo, se dijeron: `¡Qué diablos! Cortadlas y metedlas en las cajas”.
Este chiste que leí en internet adolece, sin embargo, de una incoherencia grave: ¡las patatas Pringles apenas contienen patata!
De hecho, según explicaron personalmente los responsables de Pringles ante el Tribunal Supremo de Inglaterra en 2008, en un caso del que lógicamente se hicieron eco los principales medios de comunicación, ni siquiera son patatas fritas. (1)
Procter & Gamble, la empresa que producía las Pringles (en 2012 vendió la marca a Kellogg´s) se negó durante años a pagar el impuesto sobre el valor añadido (IVA) especial que se aplica en Inglaterra a las llamadas “chips” y a los aperitivos a base de patata. En plena batalla legal para intentar no tener que cargar a su producto con un 17,5 de IVA, sino sólo con un 15%, la empresa explicó que, dado el escaso contenido de patata de las Pringles, y dado su proceso de fabricación industrial, la cantidad de aditivos, aromas y colorantes que contienen, las Pringles no podrían considerarse patatas fritas ni aperitivos a base de patata, que son los que tienen el IVA más alto.
Su argumento resultó tan convincente que, en una primera instancia judicial, los tribunales le dieron la razón. Sin embargo, tras ser recurrida la sentencia, tres jueces dictaron la sentencia definitiva, decidiendo que las Pringles debían tributar como patatas fritas ya que, a pesar de no estar elaboradas a partir de patatas cortadas, su aspecto era similar al de las famosas “chips” y el público las consideraba como tales.
Procter & Gamble tuvo entonces que desembolsar 120 millones de euros en concepto de impuestos pendientes de pago.
En un primer momento cuesta creer que los responsables de la empresa prefieran tirar piedras contra su propio tejado, desprestigiando su producto, con el único fin de ahorrar impuestos. Pero la realidad es que sus argumentos eran sólidos.
Como bien explicaron, las Pringles se elaboran a partir de polvo de arroz, trigo, maíz y copos de patata, además de añadirles aditivos como el E-471 y saborizantes como maltodextrina. Este polvo, que se mezcla con agua, luego se comprime para formar una banda continua y muy fina de un metro de ancho. La masa se corta entonces en trozos ovalados, que luego introducen en un molde curvo que se fríe en aceite hirviendo durante once segundos. Al retirarlo, un ventilador se encarga de quitar el exceso de aceite y, finalmente, las Pringles pasan por un doble chorro de polvo de sal aromatizada.
Su forma perfectamente estandarizada permite encajarlas unas con otras e introducirlas en un tubo hermético, similar al de las pelotas de tenis, aprovechando al máximo el espacio. Respecto de las patatas fritas convencionales, esto ofrece considerables ventajas que permiten ahorrar en costes de embalaje, transporte y almacenamiento. Esto explica por qué las Pringles son tan habituales en aviones, trenes, dispensadores automáticos y otros lugares donde se requiere que los productos puedan ser transportados con facilidad, que no se deterioren al ser manipulados y que se conserven durante mucho tiempo sin variar de aspecto.
Casi ninguno de nosotros puede resistirse a los aperitivos salados; su sabor ahumado y especiado suele ser delicioso, su textura crujiente y fundente los hace irresistibles en el paladar y, una vez abierto el paquete, se necesita una voluntad férrea para no comérselo entero (como decía el slogan publicitario de Pringles, “cuando haces pop, ya no hay stop”).
Por si fuera poco, su sal nos hace salivar y activa la sensación de apetito en el estómago; y, al transformarse casi de inmediato en glucosa, estos aperitivos disparan nuestros niveles de azúcar en sangre, proporcionando al cerebro oleadas de placer.
Por desgracia, estos breves momentos de bienestar van asociados a una desagradable sensación de saciedad, pero sin dejar realmente de tener hambre, y las consecuencias a largo plazo son nefastas para la salud.
De hecho, la patata y la harina, al freírse en aceite hirviendo, dan lugar a multitud de compuestos tóxicos, algunos de ellos potencialmente cancerígenos.
El ingrediente más peligroso de las patatas fritas y de este tipo de aperitivos no es, por tanto, un aditivo, sino un compuesto que se forma durante la cocción: la acrilamida.
La acrilamida es un compuesto químico neurotóxico que aparece durante la cocción de las féculas a altas temperaturas. Afecta a la fertilidad masculina y provoca malformaciones congénitas.
Se trata de una molécula resultante del proceso denominado “glicación”, bien conocido por los fieles seguidores de saludnutricionbienestar.com.
Un estudio financiado por la Unión Europea ha demostrado que existe una relación proporcional entre una tasa elevada de acrilamida en sangre y el desarrollo del cáncer de mama. Los autores subrayan, en todo caso, que su estudio no prueba la existencia de una relación directa entre la acrilamida presente en los alimentos y el cáncer, si bien aluden a dicha posibilidad, que debería confirmarse mediante estudios más exhaustivos. (2)
Para disminuir su consumo de acrilamida, evite los alimentos fritos y consuma la mayor parte de los alimentos crudos, poco cocinados o cocinados al vapor a baja temperatura.
No obstante, la forma más efectiva es, sin duda, evitar comprar alimentos industriales y platos preparados: la comida cocinada en casa suele contener menos compuestos tóxicos y es la única de cuyos ingredientes puede tener absoluta certeza.
¿Es usted de «picar» entre horas? ¿Prefiere un tentempié saludable o recurre a productos envasados? Le invito a compartir sus gustos con el resto de lectores de saludnutricionbienestar.com haciendo un comentario un poco más abajo.
Fuentes:
Artículos relacionados
A media mañana, tomo una taza de café «americano» con 3 ó 4 galletas de espelta.
Después de cenar, algunos días picoteo algún fruto seco.
Saludos.
Gracias, interesante información. Por principio, no consumo este tipo de alimentos.
Excelentes temas, gracias felicitaciones!
Saludos cordiales de Cuzco – Perú.
Nos envenenan. Nos matan poco a poco, gente sin escrúpulos por el afán de ganar DINERO SUCIO sin escuchar a su conciencia, porque es cierto que la tienen, solo que mira a otro lado.
Cuando tengo necesidad de comer y no es la hora de costumbre…………. tomo una fruta fresca o bien un fruto seco en su estado natural; o lo que es lo mismo que no haya pasado por el fuego.
1) El párrafo que lee «Se trata de una molécula resultante del proceso denominado “glicación”, bien conocido por los fieles seguidores de.» parece incompleto
2) Dado el carácter hipotético de la relación entre acrilamida y cáncer ¿No sería más ético poner signos de interrogación al título de la sección?
3) sería interesante que publicarais el titulo del estudio al que os referís en la nota (2)
Un saludo
No soy de picar entre horas.
Creo que es importante desayunar suficiente ya que al principio del día tenemos tiempo por delante para digerir un abundante desayuno.
También la opinión de los expertos en nutrición es que la fruta debe comerse sola o, media hora antes de comer. Esta medida es importante, podéis probar, los nutricionistas para perder peso recomiendan comer la fruta antes, no después de comer.
Si alguien come pronto y a media tarde necesita una ayuda, es también el momento de comer fruta, una pieza o dos, esto evita llegar a la cena con demasiada hambre.
Maite.
Reconozco que alguna vez he pecado. Pero ahora estoy intentando enmendar mi camino y corregir mis malos hábitos alimenticios.
Me daba un poco de rabia, porque he de confesar que no soy una persona glotona, suelo comer más bien poquito, es más, ni siquiera me gusta la sensación de sentirme pesada. Y creo que mi dieta es equilibrada (o eso diría yo).
En fin, más o menos, me cuido a mi humilde entender, así que era una tontería que me pudiera ese estúpido picoteo que muchas veces tomas sin tener hambre. Así que bueno, tomé mis medidas: Si tengo algún antojillo, pues me tomo una fruta o un yogur… o me aguanto así sin más.
Otra cosa es no comer frente a la tele, porque no te enteras de lo que estás tomando, así que cuando voy a comer me pongo mi mesa, con servilleta, cubiertos (si hacen falta) y bebida (casi siempre agua, porque soy de regadío y no me gustan mucho los refrescos ni los zumos del mercado) y así, aunque vaya a tomar dos miserables galletitas, me concentro en disfrutar lo que como y a ser consciente de ello.
Gracias
Hola a todos, ante todo mis agradecimientos especiales para los que con tanto empeño y dedicación hacen que las personas cada día piensen más en su bienestar y salud , todos los temas aquí expuestos son de vital importancia para la sociedad de hoy en día , que no sólo es absorbida y manipulada por los poderosos de la información y de estos medios , sino también por las grandes farmacéuticas con intereses ruines y mezquinos…
Es vital saber la diferencia entre alimentarse y nutrirse, la mala nutrición comienza en el desayuno que es considerada la ingesta más importante. Yo en mi caso llevo un desayuno en tres pasos a través de complementos alimenticios:
1-Batido con proteínas, vitaminas, minerales, antioxidantes, cuyo valor nutricional es el recomendado para una ingesta aportando todos los nutrientes necesarios etc ,
2- Áloe Vera enriquecido con vitaminas y otros ingredientes.
3- Té que contiene, té verde, antioxidantes, es termogenico, regulador de centímetros o sea controlador de peso.
Todos estos productos provienen del mundo botánico completamente naturales claro ejemplo de como la ciencia se puede utilizar en el bienestar y la salud de las personas, argumentar que llevamos dos años consumiendo este tipo de desayuno y los resultados que hemos tenido han sido estupendos…
Yo ahora soy de las que se está metiendo en el mundo de la vida sana, después de unos problemas de salud con intolerancias incluídas.
Así que a media tarde siempre compota de fruta, para ayudar a hacer la digestión, o un snack con arroz integral y sésamo, incluso con algas nori 🙂
¡Qué horror! No sabía que estas patatas hicieran tanto daño al cuerpo. Soy de «picotear» entre horas, pero no suelo comer mucho Pringles, a veces me como una pieza de fruta, otras veces cereales (con poca materia grasa) etc. Creo que empezaré a comer más sano, menos grasita y más verdurita.
Muchas gracias por la información
Saludos
😉