Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto una estrategia que emplean los virus para escapar del sistema inmunológico, el principal sistema de defensa del organismo(1).
Todo pasa por el interferón, un tipo de molécula cuya misión es frenar el avance de los patógenos por el cuerpo, especialmente los virus. Lo que ocurre es que una actividad descontrolada del interferón también está asociada al origen de un grupo de enfermedades autoinmunes denominadas interferonopatías (lupus eritematoso o síndrome de Aicardi-Goutières).
Hasta ahora las terapias que se habían desarrollado para inhibir la actividad del interferón por medio de anticuerpos diseñados para hacer frente a esta molécula no habían resultado efectivas. Pero ahora los investigadores han desarrollado un tipo de virus que puede unirse al interferón para neutralizarlo.
Los resultados de las primeras pruebas para confirmar su eficacia han sido muy satisfactorios. No solo se evitó la propagación del virus, sino que también se potenció la acción de la molécula allí donde era necesario para acabar con la infección.
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