¡Hoy es un gran día!
Voy a presentarle un producto antiedad absolutamente excepcional e innovador. No estoy hablando de rejuvenecer de aspecto, sino de algo tan increíble que hasta hace poco parecía una quimera: rejuvenecer las células.
Y, desde el momento en que rejuvenecen las células, significa que sus órganos (corazón, cerebro, pulmones y también piel, ojos, tímpanos, etc.) rejuvenecen también.
Se trata de un producto único en el mundo, de origen natural (luego verá que se obtiene a partir de extractos de unas plantas dificilísimas de encontrar) y, lo que es más importante, tremendamente eficaz.
Y lo es porque actúa en lo más profundo de las células, e incluso de nuestro ADN, para ralentizar el envejecimiento y, lo que es más increíble: revertirlo.
Ahora mismo se lo explico en detalle.
Como sabe, pues ya lo estudiábamos en el colegio, nuestras células contienen 46 cromosomas cada una distribuidos en 23 pares. Los cromosomas están hechos de filamentos de ADN, compuestos de ácidos nucleicos, llamadas “nucleótidos”, que contienen su información genética.
Estos cromosomas tienen la capacidad de duplicarse durante la división celular. Así, la célula madre da origen a dos células hijas idénticas, que es lo que permite a nuestros tejidos y a nuestros órganos renovarse y, en definitiva, es lo que nos permite vivir y conservar la salud durante mucho tiempo.
Para duplicarse, la célula madre debe producir primero una copia de sus 46 cromosomas, y cada vez que los cromosomas se duplican, estas nuevas copias se utilizan para formar una nueva célula.
En los años 70 se descubrió que las extremidades de los cromosomas están protegidas por una especie de capuchones a los que se llamó “telómeros”. Para que se haga una idea, los telómeros actúan como los pequeños herretes de plástico que protegen los cordones de los zapatos. Sin ese trozo de plástico, el cordón se deshilacharía rápidamente y se volvería inservible.
Los cromosomas funcionan de la misma manera; estos telómeros protegen la información genética en el núcleo de sus cromosomas y tienen además la importante función de ayudar a que su ADN se replique con más facilidad, para permitir la división celular y, por lo tanto, el nacimiento de una nueva célula.
Sin los telómeros no pueden duplicarse y la célula madre no conseguiría producir nuevas células hijas. Moriría sin haber sido reemplazada, y así es como el tejido u órgano va envejeciendo.
Cuanto más largos son los telómeros, las células están mejor protegidas y más fácilmente pueden reproducirse y regenerar sus órganos.
Pero ahora llegamos al problema de los telómeros.
El problema es que, con cada división celular, los telómeros pierden decenas o cientos de ácidos nucleicos, dado que están programados para en cada división celular.
Esto significa que, según pasan los años, los telómeros se van haciendo más y más cortos.
Por ello las células tardan cada vez más tiempo en dividirse, hasta que ya no lo hacen en absoluto. Entran en lo que se llama “senescencia”, un término médico para decir educadamente que están viejos y encogidos. Ahí es cuando usted se da cuenta de que sus órganos están envejeciendo.
Cuando se vuelven demasiado cortos ya no pueden asegurar su papel de protectores, por lo que la célula deja de dividirse y entra en “senescencia” (envejecimiento), y finalmente muere, sin haber sido reemplazada.
Es lo que llamamos la teoría telomérica del envejecimiento.
Además, cuando los telómeros se acortan, su material genético no está tan bien protegido. Entonces aumenta el riesgo de mutaciones anárquicas en sus cromosomas y el riesgo de cáncer.
El acortamiento de los telómeros es el principio del fin. Todo ocurre como si tuviera un reloj de arena en cada una de sus células. Cuando la arena ha terminado de caer, la célula muere, sólo que en vez de arena son en realidad los telómeros los que se van acortando hasta el día en el que se vuelven demasiado cortos para funcionar.
Lo que es más increíble es que en teoría bastaría con medir el tamaño de nuestros telómeros para conocer ¡el número de años que nos quedan por vivir!
En definitiva: nuestra esperanza de vida está ligada a la longitud de nuestros telómeros.
De hecho, varios estudios han demostrado que las personas con telómeros cortos tienen un riesgo más elevado de morir. Algunos autores han establecido incluso un tamaño crítico por debajo del cual el riesgo de “muerte inminente” es muy elevado. (1) (2) (3).
También se ha demostrado que las personas con telómeros cortos tienen mucho más riesgo de morir de cáncer. Mientras que la incidencia anual es de 5´1 casos por 1.000 entre las personas con telómeros largos, ésta es de 22´5 casos por 1.000 entre quienes los tienen cortos, lo que significa un riesgo 4´4 veces más elevado. (4)
El hecho de tener los telómeros cortos aumenta también el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y de padecer alzhéimer. (5) (6)
La pregunta que sin duda usted se estará haciendo ahora es “¿cómo de largos serán mis telómeros?”
Hoy en día es aún muy difícil responder a esta pregunta.
Pero tengo dos buenas noticias.
La primera buena noticia es que el desgaste de nuestros telómeros no es necesariamente inevitable.
De hecho, hoy sabemos que existe una enzima que permite a los telómeros preservar su tamaño óptimo. Se trata de la telomerasa.
Fue descubierta por tres investigadores, Elisabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak, que recibieron por ello el premio Nobel de Medicina en 2009.
Desde entonces se han realizado descubrimientos fascinantes sobre la telomerasa.
Por ejemplo, se ha descubierto que ciertos animales poseen una telomerasa “súper activa”, de tal manera que sus telómeros no se acortan nunca. Se trata, por ejemplo, de las tortugas laúd y de las langostas, los campeones de la longevidad, capaces de vivir más allá de los 200 años. (7) (8)
La telomerasa en el hombre es muy activa durante el desarrollo embrionario y todavía lo es en la infancia, durante el crecimiento. Pero después, en la edad adulta, la telomerasa deja de funcionar. Está como apagada, y esa es la razón por la que nuestros telómeros se acortan.
Por eso el descubrimiento que realmente lo cambió todo fue el que publicó en 1998 la famosa revista Science.
Unos investigadores consiguieron estimular la producción de telomerasa en las células humanas. Observaron entonces que el tamaño de los telómeros ya casi no disminuía y que las células podían vivir así mucho más tiempo. (9)
Y esto es lo que me lleva directamente a la segunda buena noticia que tengo para usted: ¡es posible reactivar la telomerasa!
La reactivación de la telomerasa es actualmente la estrategia antienvejecimiento más prometedora para las personas que buscan una mejor salud global “rejuveneciendo” sus órganos y las funciones que éstos desempeñan y con ello también ganar años de vida. (10)
Para aumentar la actividad de la telomerasa los investigadores antes sólo podían hacerlo mediante modificaciones genéticas que eran totalmente imposibles de llevar a cabo en el hombre. Por tanto, sólo trabajaban con células en cultivo, en el laboratorio. Pero desde hace varios años se ha descubierto otro método mucho más simple. Se trata de una molécula natural, el cycloastragenol, que tiene la capacidad de activar la telomerasa en el seno de nuestras células.
El cycloastragenol se extrae de una planta, el astrágalo, utilizada desde hace siglos en la medicina china. Desgraciadamente es sumamente rara y costosa. Además, cada planta de astrágalo sólo contiene una cantidad ínfima de cycloastragenol.
Se ha demostrado que el cycloastragenol es capaz de reactivar la telomerasa en las células inmunitarias humanas y en las neuronas. ¿Se da cuenta del increíble avance del que estamos hablando? (11) (12).
Unos investigadores dieron un gran paso en las investigaciones sobre la telomerasa al añadir cycloastragenol a la comida de los ratones con los que investigaban. Y así pudieron observar un aumento de la longitud media de sus telómeros y la prueba más clara del efecto de esta sustancia en el organismo: observaron que los ratones envejecían más despacio y estaban en mejor estado de salud general. (13)
Pero las personas no somos ratones, así que quedaba demostrar la eficacia de esta molécula en el hombre.
Y es lo que hizo en 2016 un equipo español en el que también participaron investigadores estadounidenses. En este estudio, 97 voluntarios mayores de 53 años recibieron una píldora de cycloastragenol al día durante 1 año. La longitud de los telómeros de sus glóbulos blancos se midió al principio y al final del estudio. Mientras que los telómeros de las personas con complementación de placebo se redujeron, el tamaño medio de los telómeros de las personas complementadas con el cycloastragenol aumentó considerablemente. (14).
Es decir, el cycloastragenol no sólo podía ralentizar el acortamiento de los telómeros, sino que también podía volver a alargarlos, lo que equivaldría a dar completamente la vuelta al reloj de arena que fluye en el corazón de nuestras células.
Afortunadamente el cycloastragenol no es una sustancia química que se fabrique en un tubo de ensayo (y ese es el gran pesar de los laboratorios farmacéuticos, que nunca podrán patentarla para controlar su venta e impedir que la gente pueda beneficiarse libremente de ella).
Se trata de una sustancia activa natural que se encuentra en las raíces del astrágalo, la planta que le he mencionado utilizada desde tiempos inmemoriales en la medicina tradicional china.
Permítame contarle más sobre el astrágalo, la planta que produce el cycloastragenol.
En la medicina china se conoce como “huang qi” (黃芪) y sus propiedades fueron ya descritas en el Shennong Bencao Jing, la obra más antigua consagrada a la medicina tradicional china.
En efecto, el astrágalo se utiliza desde hace milenios como planta adaptógena, pues favorece el vigor y mejora la resistencia física y mental del organismo, y también estimula las defensas inmunitarias naturales del organismo.
Además del cycloastragenol, las raíces del astrágalo contienen otra sustancia activa llamada astragalósido IV.
Un artículo publicado en 2017 concluía claramente que esta sustancia actúa sobre la función cardíaca, manteniendo un sistema vascular sano y ayudando a regular la glucemia. También tendría propiedades antioxidantes que ayudarían a mantener la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones. (15)
El astrágalo siempre se ha conocido y utilizado en China por sus excepcionales propiedades antienvejecimiento. Hoy sabemos que es en parte gracias a sus sustancias activas capaces de reactivar la telomerasa: el cycloastragenol y el astragalósido IV.
Y precisamente el producto del que hoy quería hablarle contiene estas sustancias en la cantidad, con la estandarización y la biodisponibilidad adecuadas para que el organismo pueda aprovechar todos sus beneficios, empezando por su papel clave en la activación de la telomerasa sobre la longitud de los telómeros. En definitiva: para detener e incluso revertir el envejecimiento celular y con ello el de todos nuestros órganos y el nuestro mismo.
Cuando tuve noticias de que el laboratorio Cell´innov llevaba meses trabajando en esta formulación no podía dar crédito. ¡El sueño de actuar sobre el envejecimiento celular de forma tan directa había dejado de ser un sueño y se había convertido en una posibilidad real!
Reunir en una misma fórmula antienvejecimiento cycloastragenol y astragalósido IV era un hito, pero al estudiarla con más detenimiento me di cuenta que no se habían quedado ahí.
El epigalocatequin galato (EGCG) es un compuesto natural extraído del té verde. Pertenece a la gran familia de los polifenoles y es precisamente gracias al EGCG por lo que el té verde actúa sobre las funciones cognitivas y el sistema cardiovascular.
Se ha demostrado que mejora la concentración y el aprendizaje y que ayuda a luchar contra los problemas de memoria asociados al envejecimiento. Y no sólo eso. También ayuda a mantener la salud cardíaca, al actuar sobre varios factores de riesgo en las dolencias cardiovasculares (regular la glucemia, triglicéridos, hipertensión…). (18) (16) (17) (18)
El té verde es por tanto muy útil si quiere proteger su organismo de un envejecimiento prematuro.
Pero a esto hay que añadir otro descubrimiento importante, y es que el té verde protege los telómeros, tal como demostró en 2010 un gran estudio epidemiológico. (19)
Los resultados son claros: aquellos que consumen más de tres tazas de té al día tienen los telómeros más largos que aquellos que no lo consumen más que ocasionalmente. Es así como el té verde contribuye a un envejecimiento sano, al mantener el ADN celular intacto, especialmente a nivel de los telómeros.
Así que comprenderá el gran acierto de haber añadido EGCG a una formulación pensada para actuar directamente sobre las células preservando los telómeros.
Y la cosa no queda ahí…
La carnosina es un péptido que encontramos de forma natural en todas las células y más concretamente en las de los músculos y el cerebro.
Juega varios papeles en el organismo, pero sobre todo es conocida por ser capaz de atrapar los radicales libres, limitar las reacciones de la glicación de las proteínas y regular el equilibrio ácido-base. Así, la carnosina consigue hacer frente a estos tres males que agreden a las células y que están ligados al envejecimiento: la oxidación, la glicación y la acidificación.
En 2004 fue descubierta una cuarta propiedad antienvejecimiento de la carnosina… (y sí, es exactamente lo que usted está pensando).
La carnosina también es capaz de actuar en lo más profundo de nuestras células para proteger los telómeros. Se ha demostrado en células humanas que reduce de forma importante la velocidad a la que los telómeros se acortan. (20)
Es por eso que haber incorporado carnosina a esta formulación antiedad es otro gran acierto. Y aún me falta comentarle el “toque final”.
La homocisteína es un aminoácido que sirve de intermediario en varios procesos metabólicos. Pero puede plantear graves problemas cuando se encuentra en cantidades demasiado elevadas en la circulación sanguínea, que es cuando se habla de hiperhomocisteinemia.
Puede que nunca haya oído hablar de ella, pero es frecuente en los vegetarianos y en las personas mayores. Además, se trata de un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares bastante más grave que otros muchos de lo que nos hablan (como el colesterol). (21).
Pues bien, en 2008 se demostró que la homocisteína triplica la velocidad a la que los telómeros se acortan. (22)
Si el nivel en sangre de homocisteína es demasiado elevado, es importante tratar de reducirlo. Afortunadamente hay un método bastante sencillo: tomar todos los días un complemento de vitaminas B9 y B12, pues contribuyen de forma eficaz al metabolismo normal de la homocisteína.
Las vitaminas B9 y B12 juegan por lo tanto un papel importante en la protección de los telómeros por la vía de reducir la homocisteína, tal como se confirmó en 2009 en un estudio epidemiológico, que demostró que las mujeres que que tomaban un multivitaminas que contenía las vitaminas B9 y B12 tenían los telómeros más largos en un 5´1% con respecto a aquellas que no lo tomaban. (23)
El producto del que le estoy hablando, y que tengo que reconocerle que me entusiasma, reúne todas estas sustancias que se ha demostrado científicamente que actúan sobre los telómeros en una fórmula única. He aquí su composición exacta:
Que yo sepa, no tiene ningún equivalente en el mundo. Es la primera vez que todos los activos capaces de reactivar la telomerasa han sido reunidos en la misma fórmula y con las dosis óptimas. Sin embargo, este producto ha estado a punto de no existir jamás.
Hablé directamente con los expertos en formulación del laboratorio, puesto que antes de hablarle a usted de ella quería saber más. Contiene cinco ingredientes únicos activadores de la telomerasa y sé bien que alguno de ellos, como el que procede de las raíces de astrágalo, son prácticamente inalcanzables para los laboratorios. Y en otros (como el EGCG) la calidad del té verde es lo que marca la diferencia en su efectividad.
Por ello necesitaba llegar al fondo de la formulación antes de hablar sobre este producto en Tener S@lud.
Y ahí fue cuando me confirmaron que esta fórmula casi no pudo ver la luz, puesto que sus costes de producción eran demasiado altos.
Por ejemplo, su extracto de té verde es un concentrado puro de sustancias activas con un 95% de polifenoles, de los que el 30% son EGCG. Me explicaron que para obtenerlo trabajan asociados con una filial que produce té verde de gran calidad y con una trazabilidad total. Este té verde único se cultiva en su país de origen, China, y más exactamente en las montañas de la provincia de Sichuan, lejos de toda industria o explotación agrícola intensiva. No se utiliza ningún pesticida y la recolección se realiza a mano.
Su precio es evidentemente más alto que el de un extracto estándar. Pero eso no es nada comparado con el cycloastragenol, que bate todos los récords.
En efecto, esta molécula no está presente en las raíces del astrágalo más que en cantidades infinitesimales. Hacen falta por tanto varias decenas de kilos de raíces para extraer unos pocos gramos de cycloastragenol.
Y no se trata de unas raíces cualquiera. Para obtener un extracto de calidad es necesario utilizar astrágalo cultivado en unas condiciones muy particulares. Y las raíces son recolectadas al cabo de dos años para que puedan tener tiempo de cargarse de sustancias activas. El proceso posterior de producción también es complejo y costoso. Necesita varias etapas de extracción y de purificación para conseguir concentrar el cycloastragenol.
El resultado es una sustancia mucho más cara que el oro o que cualquier piedra preciosa.
Sin embargo, es la sustancia clave para reactivar la telomerasa, por lo que el objetivo prioritario del laboratorio era poder incorporarla a su fórmula antienvejecimiento.
Si busca un complemento que contenga cycloastragenol, verá que es muy difícil de encontrar y que los precios son desorbitados (a menos, claro está, que el producto que compre no contenga realmente astragalósido IV y cycloastragenol).
Por ejemplo, uno de los primeros complementos alimenticios que contenía cycloastragenol aún se vende en internet ¡al precio de 499€ por un bote! (24)
Por eso quise hablar con los responsables del laboratorio del que le hablo, para saber exactamente de dónde procedía su cycloastragenol.
Y verá que en ocasiones, detrás de lo que desde fuera parece una simple formulación hay en realidad una historia de compromiso y empeño realmente interesante. Así, los especialistas del laboratorio viajaron directamente a la búsqueda de productores capaces de comprometerse a suministrar esa sustancia a un precio más asequible. Y los encontraron. A cambio, Cell´innov se ha comprometido a crear una relación a largo plazo, estable, mutuamente provechosa tanto para el productor como para el consumidor.
Gracias a esta asociación han podido ofrecer este complejo antienvejecimiento único a un precio razonable sin tener que hacer concesiones en calidad ni renunciar a este ingrediente clave. Por supuesto que sigue tratándose de un precio muy importante, que va más allá de lo que cuestan los productos de los que suelo hablarle y que desafortunadamente no está al alcance de todos los bolsillos.
Sé a ciencia cierta que muchas personas deberán renunciar a adquirirlo, y vayan por ello de antemano mis disculpas ante todos lo que no podrán beneficiarse de este producto por razones económicas. Ojalá en algún momento se convierta en un producto realmente asequible del que podamos beneficiarnos todos.
Pero lo que sí debe tener claro es que su precio está más que justificado teniendo en cuenta de lo que se trata, la combinación única de ingredientes que contiene y su eficacia. A causa del origen específico de los ingredientes y de los costes de producción, me consta que el laboratorio sólo elabora pequeñas series de Fórmula Telómeros y que por ello sus existencias son limitadas.
Si quiere apostar por actuar sobre el corazón mismo desde sus células, ralentizando y revirtiendo el acortamiento progresivo de los telómeros de sus cromosomas, previniendo multitud de enfermedades asociadas a este proceso degenerativo y ganando años de vida y buena salud, en este enlace puede solicitar directamente este complemento, del que simplemente deberá tomar 4 cápsulas al día, 2 por la mañana y 2 por la noche.
Aquí puede pedir Fórmula Telómeros.
El sueño de detener el envejecimiento ya está aquí.
Fuentes:
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¿Por qué dice que Fórmula Telómeros es cara? Depende. Si el tratamiento, la pauta, la cura o la protección de los telómeros requiere un envase al año o dura un mes al año, o dos … en estos casos a mí no me parece cara. Bueno, no me enrollo, ya me entienden de sobra.
Lo han explicado todo muy bien, como siempre, y se lo agradecemos muchísimo, yo por lo menos, pero falta la guinda del pastel: ¿cuál es la pauta del tratamiento? Este dato, que no aparece en el artículo, es tan importante o más que el resto, según mi humilde opinión.
Muchas gracias.
Donde puedo comprar este producto?
Estimada amiga, cultivo plantas medicinales y me gustaría obtener la dirección del laboratorio para ofrecer mis servicios. Gracias.