Numerosos estudios habían avalado los beneficios de la dieta cetogénica (o keto), caracterizada por un bajo aporte de hidratos de carbono. Pero por primera vez un estudio se ha centrado en el origen de esos hidratos(1), ya que dependiendo de cuál sea tendrán más o menos calidad, lo que puede restarle eficacia a ese patrón alimentario. Sobre todo, si se realiza con el objetivo de perder peso y después controlarlo.
Para ello se analizaron los datos de más de 123.000 personas, atendiendo al tipo de alimentación baja en carbohidratos que habían realizado para perder peso. Y observaron que quienes siguen una dieta en la que se restringen los carbohidratos y se enfatiza el consumo de proteínas, grasas e hidratos de carbono de alta calidad (es decir, provenientes de frutas, verduras y cereales integrales) tardan más tiempo en recuperar el peso perdido.
Por el contrario, quienes para perder peso siguen dietas bajas en carbohidratos donde predominan las proteínas y grasas de origen animal, además de hidratos de carbono refinados (por ejemplo, la patata, los cereales refinados o los alimentos que tienen azúcar añadido) ven aumentado el peso que han perdido mucho más rápidamente. Además, según los responsables del estudio, esta relación se ve más pronunciada si la persona es menos activa físicamente.
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