El tabaco podría afectar al desarrollo de la psoriasis y la artritis psoriásica, según señala el último estudio realizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Y además el riesgo de tener estas enfermedades sería proporcional a la intensidad del consumo de tabaco y al tiempo que se lleva fumando.
Así, además de los efectos ya probados del tabaco sobre las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, éste también está implicado en el desarrollo de enfermedades inflamatorias y autoinmunes, como por ejemplo la psoriasis (junto a la artritis psoriásica, que es una de sus complicaciones más frecuentes).
Tras realizar un estudio epidemiológico que contó con más de 800 fumadores, comprobaron que los que más fumaban tenían el doble de probabilidades de padecer las formas más severas de esta enfermedad de la piel.
Dejar de fumar de manera inmediata es por tanto fundamental para desarrollar esta enfermedad, ya que sólo pasados 20 años después de abandonar el tabaco el riesgo de desarrollar psoriasis es el mismo que el de un no fumador. A cambio, lo bueno es que la gravedad de la psoriasis es mucho menor entre los exfumadores.
Fuente: Eva Belén de Higes Martínez, firmante del estudio, es neumóloga de la Unidad de Neumología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid y miembro del Área de Tabaquismo de Separ.
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