Encadenar dietas mal adaptadas, que provocan que los kilos de más que se han perdido se recuperen más rápido incluso de lo que se ha tardado en adelgazar, supone una amenaza real para la salud, como ha confirmado un reciente estudio(1).
Y es que las variaciones en 5 años de más de un 25% en el peso, en la presión sanguínea, en la tasa de colesterol y en la de azúcar en sangre aumentan hasta un 41% el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), un 43% el de sufrir una crisis cardíaca y nada menos que un 127% el de muerte por cualquier causa, de acuerdo con las conclusiones de un estudio. Por tanto, estabilizar el peso se convierte en una cuestión de vida o muerte.
Mee Kyoung Kim et al. “Associations of Variability in Blood Pressure, Glucose and Cholesterol Concentrations, and Body Mass Index with Mortality and Cardiovascular Outcomes in the General Population”. Circulation, 2018.
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