Hoy, 31 de diciembre, es el día perfecto para elaborar la lista de buenos propósitos del año. No hay mejor manera de comenzar 2025 que planeando objetivos para reforzar nuestra salud y bienestar.
En esa lista de objetivos no suele faltar el “dejar de fumar” o “hacer más ejercicio” pero… ¿cuántos se acaban cumpliendo al final? En este sentido la constancia es clave y, para ello, lo importante es ir poco a poco.
Y por eso le proponemos un reto. Aunque más bien sería un microrreto.
De entre la lista de buenos propósitos que le planteamos a continuación, elija solo dos. Los que crea que más van a beneficiarle. Y pasadas unas semanas, cuando ya tenga instaurados esos hábitos, pruebe con otro objetivo de la lista.
De este modo, irá incorporándolos poco a poco. Sin la sensación de estar ante una tarea inabarcable, lo que puede hacer que se desanime.
¿Quiere intentarlo? ¡Vamos allá!
¡Usted elige cuándo, dónde y cómo! Puede empezar el día con 10 minutos de estiramientos o saliendo a correr. Dedicar un rato de la tarde a nadar, montar en bici o hacer cualquier deporte (teniendo en cuenta su estado de salud). O, simplemente, caminar media hora cada día.
Pero también puede incorporar esa actividad física por medio de gestos sencillos durante la jornada. Por ejemplo, subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, ir a la compra andando… ¡Hay mil posibilidades!
No solo se trata de aumentar el aporte de frutas y verduras frescas, ricas en nutrientes antioxidantes, además de vitaminas y minerales muy beneficiosos para la salud.
También es clave reducir la ingesta de alimentos demasiado ricos en grasas y azúcares, así como el alcohol, que es nefasto para la salud. Y evitar en todo lo posible los productos ultraprocesados, repletos de aditivos químicos y vacíos de nutrientes beneficiosos.
Leer estimula la actividad cerebral al fortalecer las conexiones neuronales, lo que mejora la concentración y la imaginación, pero también previene la pérdida de memoria. (1) (2) (3)
Y, respecto a la salud en general, se ha demostrado que leer ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, además de mitigar el dolor de cabeza y el insomnio. Sobre todo, si se hace por la noche en sustitución de las pantallas electrónicas, cuya luz azul interfiere en el ciclo sueño-vigilia.
Puede ser por la mañana para empezar el día bien relajado o por la noche para acabar con el estrés que se ha generado durante la jornada. ¡Y bastan 10 minutos para conseguirlo! Se ha demostrado que meditar, además de una mejor gestión de las emociones, estimula las funciones cognitivas y favorece la respiración, lo que a su vez ayuda a relajar los músculos e incluso a aliviar trastornos intestinales. (4) (5)
Y si nunca antes había meditado, por lo que no sabe muy bien cómo empezar con esta práctica, puede ver este vídeo sobre meditación y mindfulness con Enrique Simó, quien cuenta con más de 25 años de experiencia.
El simple hecho de dar las gracias por algo que nos ha ocurrido o han hecho por nosotros, incluso si se trata de algo sencillo, favorece la salud. No solo contribuye a relajarnos, sino que también reduce el riesgo de depresión, problemas cardíacos e incluso demencia.
Pero si necesita más pruebas de estos efectos, aquí le hablamos de las muchas maneras en las que estas siete letras, G-R-A-C-I-A-S, pueden ayudar a su salud.
Este objetivo puede parecer hasta arriesgado para la salud porque… ¿de qué sirve pasar frío? Pues lo cierto es que este hábito, que también le animamos a seguir, ofrece más beneficios para la salud de los que imagina. De hecho, la “crioterapia”, terapia que expone al cuerpo a bajas temperaturas, consigue aliviar los dolores musculares y acelerar la recuperación de las lesiones. ¡Pero estos son solo algunos beneficios del frío!
Para conocer el resto, además de consejos para que el frío se convierta en su aliado de salud, vea este vídeo de nuestro canal de YouTube.
Vivimos una época en la que estamos informados de todo lo que pasa en el mundo en tiempo real y desde cualquier dispositivo (móvil, ordenador, televisión…). Y ese exceso de información, sobre todo si hace referencia a tragedias, puede acabar afectando a nuestra salud si no se gestiona bien.
Pero no solo a la salud mental, con más riesgo de ansiedad y estrés. Si estos factores se mantienen en el tiempo, pueden conllevar depresión, diabetes y hasta enfermedades cardiovasculares. Por eso es importante aprender a desconectar. Y en este vídeo le damos algunos consejos para conseguirlo.
¿Se anima a incorporar alguno de estos buenos hábitos?
¡Recuerde que tiene que empezar solo con dos!
Pueden ser los que más sencillos le resulten o los que crea que más le interesan en su caso particular. Y pasadas unas semanas, intente añadir otro hábito a esa rutina. Ya sea de la lista que le hemos dado u otro distinto. ¡Hay muchas opciones! Por ejemplo, pasear por la Naturaleza, aprender un idioma, apuntarse a un taller cultural, bailar…
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