Quiero presentarle a alguien cuya historia va a dar esperanza a miles y miles de personas. Se llama Isis Gagnon-Grenier, y ella misma se autodefine como “diabética y feliz”.
Le diagnosticaron diabetes tipo 1 cuando tenía 14 años, en el año 2000. A partir de ese momento, y de la noche a la mañana, se vio obligada a inyectarse insulina. Abandonó la vida de una joven de su edad y pasó a vivir entre inyecciones y la preocupación constante por medir su azúcar en sangre en busca del equilibrio glucémico perfecto, calculando la dosis exacta de insulina que necesitaba inyectarse cada vez.
Así estuvo durante ocho largos años, hasta que, tras estar por segunda vez al borde de la muerte por una crisis de hipoglucemia, la joven, que entonces tenía 22 años, decidió que había llegado la hora de enfrentarse a su enfermedad de otra manera.
Cambió radicalmente de vida y poco a poco consiguió ir reduciendo las dosis de insulina que necesitaba, hasta que finalmente pudo abandonar completamente el tratamiento. Su médico siempre estuvo a su lado, supervisando el proceso.
Isis tenía diabetes 1 de tipo MODY 3, una forma severa de la enfermedad. Su caso demuestra que nunca hay que tirar la toalla y resignarse a los medicamentos por vía oral o a la insulina inyectada o administrada a través de una bomba bajo la piel.
Alrededor de 400 millones de personas sufren diabetes hoy en todo el mundo. Esta enfermedad mata a una persona cada seis segundos; más que el sida, la tuberculosis o la malaria. Sólo en nuestro país mueren cada año 25.000 personas por su culpa, sin contar cuántas sufren secuelas tan graves como ceguera o amputaciones.
Ante la magnitud del problema, entenderá por qué es necesario sacar a la luz casos como el de Isis. Créame que no es el único, sino la constatación de que es necesario abordar la enfermedad de otra forma.
¿Cuál fue el secreto de Isis? Se reduce a cuatro puntos:
Por supuesto que los tres primeros puntos de su plan exigen un cambio de hábitos y un esfuerzo considerable por parte de quien quiera seguir su ejemplo. Cuidar la alimentación, hacer ejercicio y plantearse seriamente vivir de forma más tranquila y menos estresante son decisiones importantes que requieren voluntad.
Pero del cuarto punto no va a tener que preocuparse en absoluto.
Si usted es diabético, o lo es algún familiar, este ejemplar es de un valor incalculable. Porque seamos claros: su médico no le va a hablar de las plantas antidiabéticas. Quizá ni las conozca. Y es que las plantas medicinales no es algo que se estudie en las facultades de Medicina.
Aunque parezca increíble dado lo larga y difícil que es la carrera de Medicina, y el sufrido MIR al que luego se enfrentan los médicos, lo cierto es que salen de las universidades sin conocer las propiedades y efectos en la salud de las plantas medicinales. Así que cuando empiezan a ejercer se centran en promover normas higienicosanitarias, fármacos y cirugía. Esos son sus recursos. Sota, caballo y rey, como quien dice.
No quiero resultar presuntuoso, pero para cubrir ese vacío está Plantas & Bienestar.
En el próximo número, que ahora estamos terminando de preparar, descubrirá las 5 plantas antidiabéticas que deben formar parte de su arsenal antidiabetes. Hablamos de la cúrcuma, el melón amargo, la canela de Ceylan, el jengibre y el comino negro. De cada una de ellas deberá tomar una parte concreta, en una combinación específica y siguiendo al pie de la letra la posología y las otras indicaciones que le vamos a dar.
Por supuesto, este camino deberá tomarlo con la supervisión de su médico, para asegurarse de hacer una transición adecuada. De hecho le recomendaría que del ejemplar de Plantas & Bienestar imprima o haga una fotocopia del artículo de la sección “A fondo” en el que se lo explicamos todo y trate el tema con su médico en su próxima consulta.
No tiene nada que perder. El caso de Isis no es único en el mundo. No es una rareza médica que no va a volver a repetirse. Por el contrario, si empecé este texto de hoy contando su caso es precisamente para dejar claro que es posible mantener bajo control la diabetes de otra forma si se toman las decisiones adecuadas.
Si usted o alguien de su familia tiene diabetes, el nuevo número de Plantas & Bienestar es de lectura obligada.
Suscribiéndose ahora a la publicación, éste será el primer ejemplar de los doce de su suscripción, que recibirá a lo largo del próximo año. Pero debe pedirlo antes del día 8 de diciembre, que es el momento en que se envía a todos los suscriptores, para que nos dé tiempo a que su dirección se incluya entre las de los destinatarios.
Pero por supuesto, en una publicación de 32 páginas hay sitio para mucho más. Estos son algunos de los otros temas que también va a descubrir en el próximo número de Plantas & Bienestar.
También en el número de Plantas & Bienestar de enero:
El conocimiento y las aplicaciones de las plantas medicinales se encuentran en plena revolución. Investigadores de todo el mundo no dejan de sacar a la luz nuevas propiedades, usos y aplicaciones. Por eso es tan importante la información que cada mes proporciona Plantas & Bienestar. Porque la ciencia avanza y usted puede aprovecharse de nuevos y constantes beneficios de los remedios vegetales, que llevan demostrando su eficacia desde tiempos inmemoriales.
Dé el paso hoy a otra forma de entender la salud. Podrá prevenir y tratar de forma eficaz y natural enfermedades y dolencias sin envenenar a su organismo con dañinos medicamentos plagados de químicos, porque sabrá cómo sustituirlos por tratamientos naturales de igual eficacia.
Desde que lanzamos el primer número de Plantas & Bienestar, hemos apostado firmemente por restaurar el conocimiento de las plantas, que tanto bien llevan haciendo a numerosas generaciones anteriores a la nuestra y que hoy día la ciencia demuestra que realmente funcionan. El nuevo número, en el que podrá leer y beneficiarse de todo lo que le acabo de contar, se lo demostrará.
No espere un segundo para solicitarlo. Puede hacerlo ahora aquí.
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