Generalmente los estudios dedicados a la memoria se centran en los mecanismos involucrados en el almacenamiento de la información, denominados “de persistencia”, dejando de lado los centrados en el olvido y llamados “de transitoriedad”.
Un equipo de investigadores(1) ha querido, sin embargo, centrarse en esta segunda línea de investigación y ha realizado un importante hallazgo: cuando nos olvidamos de algunas cosas no es que seamos incapaces de recordarlas, sino que nuestro cerebro se está deshaciendo de información insignificante para quedarse solo con lo que considera que es relevante.
Este mecanismo del cerebro responde a la necesidad de tomar decisiones importantes, lo cual no deja de ser el verdadero objetivo de la memoria: optimizar la toma de decisiones para que siempre se escojan las más adecuadas, dependiendo de cada situación. Y para ello olvidarse de lo que es menos relevante supone una gran ayuda.
Por tanto, no es que las personas olvidadizas tengan peor memoria, sino que su cerebro está actuando de un modo mucho más inteligente y eficaz.
Fuentes:
Artículos relacionados