Las bacterias resistentes a los antibióticos ya son un problema real que afecta a todo el mundo. Y dentro de la Unión Europea la situación de España es especialmente delicada, ya que es uno de los países donde más antibióticos se prescriben, lo que guarda una estrecha relación con el fenómeno de la resistencia bacteriana. Así se desprende del último Registro de Pacientes Afectados por bacterias multirresistentes(1), que estima que en 2019 unos 221.958 españoles sufrirán una infección de este tipo.
Son muchos los factores responsables de este aumento: la facilidad de viajar a cualquier parte del mundo, el comercio globalizado, el cambio climático, etc. No obstante, el principal culpable sigue siendo el mal uso de los antibióticos. De ahí que optimizar su uso, tanto en las personas como en animales (ganadería), sea la primera medida que se debe implantar para frenar este problema.
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