Las propiedades de la salvia van mucho más allá del aroma y sabor que aporta a las recetas de cocina. Desvelamos todos los beneficios para la salud de esta planta ancestral, considerada sagrada por muchos.
Cuando llega el frío, sobre todo por las noches, la sopa es un plato popular por excelencia. Fácil de preparar, es muy nutritiva y es ideal para calentar el cuerpo y el corazón antes de un buen descanso.
Además, desde el punto de vista del ahorro, no hay mejor manera de aprovechar las sobras de la comida del día anterior. Y es que todo puede convertirse en sopa: verduras, carne, pescado, queso, legumbres…
Ahora bien, ¿qué tal si añade también una planta muy concreta? Se trata de una variedad que muy a menudo se incorpora a estas recetas para darle más sabor, sin darse cuenta de que ofrece mucho más. ¡Muchísimo más!
De hecho, durante muchísimo tiempo se la consideró una planta sagrada. Las tribus de amerindios quemaban sus ramas para purificar el alma, mientras que los druidas le atribuían, incluso, la capacidad de resucitar a los muertos.
Y algunas de estas propiedades mágicas han llegado hasta nuestros días. En la actualidad algunos chamanes siguen usándola antes de una ceremonia para deshacerse de los malos pensamientos.
¿Ya sabe a qué planta nos referimos?
Así es como se conoce a esta planta, de nombre científico Salvia officinalis. Y sus “poderes” han sido reconocidos por todo el mundo desde hace siglos.
Por ejemplo, se cuenta que en Egipto, después de una grave epidemia de peste, ayudó a estimular la fertilidad de las supervivientes para repoblar la ciudad diezmada.
También se dice que protegió a cuatro bandidos que robaban a las víctimas de la gran epidemia de peste que asoló Europa en el siglo XVIII. Cuando los arrestaron por hurto, intrigados porque habían evitado el contagio, los ladrones confesaron que su secreto era el vinagre a base de salvia con el que untaban su cuerpo a diario.
Asimismo, en toda Europa era común arrojar ramilletes a las hogueras de las brujas o usarlas para expulsar a los demonios. Y hoy día se siguen quemando en muchas localidades para purificar el hogar con su humo.
Entonces, ¿la salvia es una planta mágica?
Lo cierto es que esta hierba también ha sido reconocida por la comunidad científica por las propiedades que ofrece para el cuidado de la salud.
Un estudio realizado en la Universidad de Roma comparó la capacidad antioxidante de seis hierbas aromáticas, incluidas la albahaca, el perejil, el romero y la salvia. Pues bien, esta última fue la que se coronó como la planta “más antioxidante de todas”. (1)
Pero esta no es la única investigación que ha respaldado sus virtudes. También se ha confirmado que es un excelente tónico y estimulante, gracias a su contenido de ácido rosmarínico (que también se encuentra en el romero).
Por esta razón se recomienda en caso de trastornos digestivos o para aliviar las náuseas, ya que estimula el hígado, el estómago y el intestino. Y tradicionalmente se masticaban sus hojas después de las comidas copiosas para facilitar la digestión.
La salvia es una gran compañera de salud, tanto física como mental. Si le cuesta recuperarse de una larga enfermedad, puede ayudarle a ponerse en forma. Y también se recomienda en caso de falta de apetito, fatiga nerviosa y hasta depresión.
Asimismo, un estudio confirmó que su toma ayuda a reducir la ansiedad en personas que están sometidas a mucho estrés. E incluso permite mejorar las capacidades cognitivas y ofrece un efecto positivo sobre el estado de ánimo y la memoria en caso de alzhéimer. (2)
Respecto a las cantidades recomendadas, las pruebas realizadas concluyen que, para mitigar todos estos síntomas, hay que ingerir 60 gotas diarias de extracto alcohólico de salvia durante 4 meses (si los síntomas son moderados). (3)
Como ve, la salvia cuida de todos. Aunque esta planta es especialmente atenta con las mujeres debido a su acción estrogénica. Gracias a esta capacidad, permite aliviar los trastornos hormonales, especialmente durante la menopausia, mitigando algunos de los síntomas propios de esta etapa: sofocos, mareos, depresión… (4)
Y en el caso de las mujeres más jóvenes, la salvia también interesa por muchas razones. Por un lado, porque ayuda en caso de amenorrea (ausencia de menstruación). Pero también porque estimula la fertilidad y favorece el embarazo y, cuando llega el momento del parto, evita que este sea prematuro. Eso sí, es mejor que la eviten las mujeres que deseen amamantar, ya que la salvia reduce la producción de leche. Asimismo, se desaconseja en caso de hiperestrogenismo.
Existe un proverbio que dice: “quien tiene salvia en su jardín no necesita médico”. Y por todo lo que le he comentado hasta ahora, no podría ser más acertado.
Por ello en muchas regiones la salvia es una hierba aromática presente en todo tipo de platos, incluidas las sopas cuando llegan los días fríos. Es el toque de sabor y salud perfecto para un plato ya nutritivo de por sí.
Y un último apunte. Además de imprescindible en la cocina, esta planta aromática es muy buena para darse un baño relajante. Sobre todo para combatir los dolores reumáticos. Solo tiene que preparar una decocción con sus hojas y verterla en el agua de la bañera.
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