Estas dos historias me han emocionado

¿Se imagina con 90 años cogiendo un avión para irse a Kenia a realizar un voluntariado solidario en un orfanato?

Esa es la gran hazaña de la que ya empieza a ser conocida como “Mamy Irma”, una italiana de 93 años que hace escasos días cogía un avión en Milán para dirigirse al país africano a ayudar como voluntaria.

Fue su nieta la que, emocionada, compartió en las redes sociales estas dos imágenes de la despedida en el aeropuerto.

“Esta es mi abuela Irma, una jovencita de 93 años que esta noche se fue a Kenia. No a una aldea turística con todo hecho, sino a un pueblo de niños, a un orfanato. Os la muestro porque creo que todos debemos mantener siempre un poco de inconsciencia para vivir y no para sobrevivir. Miradla… pero ¿quién la detiene? Yo la amo”, escribió junto a las dos fotografías.

Reconozco que la historia me llegó al corazón.

Son fascinantes la enorme fuerza de voluntad y la determinación que demuestra esta mujer, apoyándose en su bastón pero sin perder el ánimo y las ganas de aportar su granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor.

Pero es que la historia de su vida es todo un ejemplo de superación: con 26 años se quedó viuda y tuvo que criar y sacar adelante sola a sus tres hijos, tal y como explica su familia.

Ahora, con 93 años, cumple su sueño de acudir como voluntaria al orfanato que tantos años lleva apoyando desde su país.

Fascinante, ¿verdad?

Pues esta no es la única historia que he leído recientemente y que demuestra que la edad no es ningún un freno si se mantiene una actitud positiva.

De Erasmus a los 80

Hace unas semanas, recién comenzado el segundo cuatrimestre universitario, se conocía la historia de Miguel Castillo, un notario jubilado de Valencia que a sus 80 años había decidido irse de Erasmus a Verona (Italia).

Esta no es sino la guinda a toda una proeza: comenzar la carrera universitaria de Historia, de la cual ya va por el tercer curso, ya jubilado y tras sufrir un infarto.

Tal y como el mismo reconoce, “no quería ser el clásico jubilado”. Así que cuando le propusieron el Erasmus, “pensé que era una aventura y acepté”, contó tras llegar a Italia acompañado de su mujer. (1) (2)

Asimismo, con escasos días de diferencia llegaba a España la italiana Gloria Coco, de 79 años, que a su vez había elegido Tarragona (y la Universidad Rovira i Virgili) como destino de su Erasmus. (3)

¡Un Erasmus a los 80! Quizá alguno pueda pensar que a dónde van, que están locos… pero somos muchos otros quienes lo que vemos en ellos son unas ganas enormes de vivir todo lo que sienten que les ha quedado pendiente. Y, francamente, ¿por qué no iban a hacerlo?

Ejemplos de los que aprender

Está claro que estas experiencias no son únicas; hay muchas personas a nuestro alrededor que, tengan la edad que tengan, rebosan alegría y motivación y son un ejemplo de superación encomiable frente a muchos otros que desgraciadamente han perdido la ilusión, la curiosidad, la iniciativa…

Pero de vez en cuando sale a la luz alguna historia absolutamente excepcional como la de “Mamy Irma”, la conmovedora abuela italiana, que nos deja con la boca abierta.

Al leer su historia no pude evitar acordarme de las numerosas respuestas que recibí tras enviar hace meses un Tener S@lud sobre la importancia de tener un objetivo en la vida para mantener una buena salud.

Entre los diferentes testimonios y mensajes de agradecimiento que llegaron (y que luego plasmé en otro e-mail para que todos los lectores pudiesen leerlos) se escondían auténticos ejemplos de lucha y superación frente a las peores adversidades.

Pero precisamente por eso creo que son ejemplos que vale la pena difundir, puesto que también sirven de motivación para quien los lee. Y por esa razón quiero dejarle aquí el enlace al texto en el que aparecen, por si quisiera leerlos (o releerlos).

Y, asimismo, si así lo desea, le animo a dejar su comentario más abajo contando su experiencia o su opinión al respecto. ¡Estaré encantado de conocer su historia!