Los casos de enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) no dejan de aumentar. Se trata de una patología por la que se experimenta una acumulación de grasa en el hígado que, a diferencia de lo habitual, no se debe a un consumo excesivo de alcohol.
Como esta enfermedad suele estar asociada al sobrepeso, la investigación científica se está centrando en ofrecer nuevas estrategias basadas en hábitos de vida saludables que ayuden a controlarla. Y uno de los últimos estudios realizados sugiere que lo interesante es combinar dos hábitos(1).
En dicha investigación participaron 80 personas de entre 23 y 65 años con EHGNA, las cuales fueron divididas en 4 grupos. Y en cada uno debían seguir, durante 3 meses, una de las siguientes estrategias:
Tras analizar todos los datos se observó que quienes hicieron ayuno intermitente con ejercicio (es decir, los del grupo 3) obtuvieron los mejores resultados: esta combinación ayudó a reducir el peso corporal, la masa grasa, la circunferencia de la cintura y la insulina en ayunas. Y también aumentó la sensibilidad a la insulina en los pacientes que sufrían obesidad además de la enfermedad hepática.
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