Es muy posible que haya visto la imagen estos días en la televisión o en algún otro medio de comunicación: el archiconocido jugador de fútbol Cristiano Ronaldo rechaza unas botellas de Coca-Cola y las aparta.
“¡Agua!”, exclamó enseñando la botella a los periodistas.
El significado es claro: prefiere beber agua y no refrescos de cola.
Tanto dinero invertido en publicidad y un gesto como este, que apenas duró unos segundos, sirvió para ocasionar un daño enorme a la marca (de hecho, la empresa distribuidora de la famosa bebida incluso sufrió una caída en Bolsa a consecuencia de estos hechos).
El mensaje es inequívoco, sobre todo viniendo de un deportista conocido precisamente por su estricto cuidado de la salud.
A mí el revuelo que ha causado esta noticia me ha hecho recordar, inevitablemente, un texto que nosotros mismos dedicamos hace tiempo a los refrescos de cola y a sus efectos sobre el cuerpo.
¿Sabía que exactamente 30 minutos después de beberlo sus reservas de azúcar en el hígado empiezan a saturarse, lo que provoca un rechazo a la glucosa en la sangre?
En el texto que le digo desgranamos casi minuto a minuto qué sucede en el cuerpo justo después de consumir un producto de este tipo.
Si quiere leerlo, haga clic aquí o en el siguiente botón.
El artículo generó en su día un encendidísimo debate, y estoy seguro de que cuando lo lea entenderá por qué.
Además, le animo a dejar su opinión usted también al final, en los comentarios, y por supuesto, si alguien de su alrededor consume este tipo de refrescos, no dude en reenviarle el enlace del texto o este mismo e-mail. ¡Se lo agradecerá!
¡A su salud!
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