Entre los diferentes tipos de cáncer de mama existe uno especialmente agresivo, el denominado HER2 positivo. Hasta este momento los tratamientos para hacerle frente no eran muy prometedores, pero ahora quienes lo sufren van a contar con una ayuda extra. Y es que un grupo de investigadores(1) ha confirmado la relación entre las “células NK” (natural killers o “células asesinas”), un tipo de linfocito, y el éxito en el tratamiento para hacer frente a este cáncer.
Su investigación ha concluido que las pacientes con HER2 que reciben un tratamiento a base de anticuerpos monoclonales (unos anticuerpos específicos para tratar el tumor) y presentan un alto nivel de células “asesinas” tienen más probabilidades de que el tratamiento resulte exitoso. Por el contrario, si el nivel de esos linfocitos es bajo, en muy pocas ocasiones se consigue una remisión completa de la enfermedad.
Este hallazgo permitirá reforzar los actuales tratamientos contra este tipo de cáncer de mama, por ejemplo “trasplantando” células NK a los pacientes que lo necesiten.
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