Las personas que siguen una alimentación inflamatoria tienen el doble de riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal o de mama. Así de tajante ha sido la conclusión del estudio(1) que quiso comparar los efectos de esta dieta, caracterizada por un exceso de carbohidratos refinados, carne procesada y grasas saturadas, con los de una dieta antioxidante en la que predominan verduras, frutas, legumbres y frutos secos.
Para realizar el estudio los investigadores contaron con 1.852 pacientes de cáncer colorrectal y 1.567 de cáncer de mama. Los resultados obtenidos evidenciaron que la inflamación crónica y el estrés oxidativo debidos a este tipo de alimentación son dos importantes factores de riesgo que influyen en el desarrollo del cáncer colorrectal y en el de mama.
Por tanto, el simple hecho de cambiar la alimentación y optar por una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y aceites saludables, bastaría para alejarse de esa alimentación proinflamatoria, así como de todos sus riesgos.
Fuentes:
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