El 5% de los casos de alzhéimer se debe a una mutación genética, mientras que el 95% restante responde a un origen desconocido; pero ahora un grupo de investigadores ha hallado un nuevo biomarcador que podría determinar el origen de estos últimos casos(1).
Se trata de la proteína STIM1. Los investigadores comprobaron que esta presenta una deficiencia en la región frontal media del hipocampo (donde se observan las alteraciones provocadas por la enfermedad) de las personas con alzhéimer, a diferencia de lo que sucede en las sanas.
El siguiente paso consistiría en silenciar ese gen que permite la expresión de la proteína STIM1 en la neurona.
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