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Hanami: el poder de una flor efímera

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El Hanami, festividad que cada año reúne a millones de japoneses para disfrutar de los cerezos en flor, también nos enseña una valiosa lección de vida.

El Hanami es una de las celebraciones más populares de Japón. Esta palabra significa, literalmente, “contemplación de las flores”, y eso es justo lo que caracteriza a una festividad que transcurre entre los meses de marzo y mayo (dependiendo de la climatología), que es cuando florecen los cerezos.

Dicho así podría pensarse que se trata de un festejo muy simple, casi banal. Pero en realidad el Hanami es un claro ejemplo del estilo de vida oriental, donde el contacto con la Naturaleza es clave para la salud y el bienestar.

La celebración del Hanami

No es la primera vez que le hablo de tradiciones orientales, y es lógico. Siendo uno de los países con la población más longeva, contando además con muchos centenarios que gozan de una salud envidiable, es mucho lo que tenemos que aprender de ellos.

Afortunadamente, cada vez son más conocidas algunas de las prácticas que les ayudan a mantener la salud, da igual los años cumplidos. Así ha ocurrido con el “baño de bosque” (traducción de shinrin-yoku), que consiste en pasear por zonas verdes para impregnarse de la paz y el aire puro que se respira en ellas, alejándose así del estrés diario de la ciudad.

Con el Hanami sucede más o menos lo mismo, pues en esta celebración las familias y amigos se reúnen para contemplar las flores del cerezo (sakura, en japonés).

hanamiUn espectáculo hermoso donde los haya, ya que el cerezo es el árbol por excelencia de Japón. De hecho, es uno de los símbolos del país. Pero no solo porque hay millones en todas partes, ya sean jardines, parques o grandes avenidas en medio de la ciudad, lo que hace que uno vea rosa allí donde posa la mirada.

También porque, con la contemplación de esos árboles floridos, se obtiene una importante enseñanza de vida: el irrefutable paso del tiempo y la necesidad de atesorar cada momento vivido, pues no volverá a repetirse.

Un ciclo de floración…

La época de floración del cerezo ha adquirido tal relevancia en Japón que en los informativos se dedican secciones completas a su seguimiento. Por ejemplo, se anuncia por todo lo alto la primera flor de cerezo que ha brotado en el país, y cada día un mapa (como los empleados para la predicción meteorológica) indica las zonas donde ya se pueden ver las distintas variedades.

Esas zonas se llenan de parejas, familias y grupos de amigos para fotografiarse junto a los cerezos (muchos acuden con kimonos tradicionales para festejar la ocasión), pero también se levantan puestos de comida y pequeños escenarios para conciertos de música.

El objetivo es disfrutar de ese momento único, tan hermoso como fugaz, ya que el cerezo se caracteriza por tener una floración efímera de apenas unas semanas.

Y precisamente esta brevedad es lo que dota al Hanami de un significado mucho más profundo. Y la razón por la que sakura es uno de los símbolos del país.

Así, un día podemos pasear por una avenida llena de pequeños arbolitos, con sus cientos de ramas vacías, para apenas unos días después encontrar esas ramitas repletas de flores con toda una gama de rosas. Pero apenas dos semanas después esas flores volarán del árbol y cubrirán los parques, aceras y ríos de un manto de pétalos. Y con la misma rapidez con la que llegaron, las flores de cerezo desaparecerán, llevándose con ellos ese color rosa que por unos días lo impregnó todo.

Hasta el año siguiente.

Este es el ciclo que cada año se repite en el país del sol naciente y que los japoneses (y cada vez más turistas de todo el mundo) esperan con ganas. Porque apenas dura unas semanas, pero supone toda una revolución en su día a día.

Un acontecimiento que hace que incluso en ciudades tan ajetreadas como Tokio, donde los niveles de estrés son de los más altos del mundo, ese ritmo tan frenético se pare para tener un instante de relax contemplando los cerezos en flor.

Pero con ello también aprenden la importancia de disfrutar del momento. De atesorar las pequeñas cosas de cada instante, cuyo valor radica precisamente en esa fugacidad del tiempo. Exactamente lo mismo que le ocurre al cerezo.

Encuentro Artrosis

… y un ciclo de vida

El cerezo no solo nos recuerda que el tiempo es finito y que hay que aprender a valorar cada instante. También pone en valor el ciclo de la vida. Porque, por muy breve que sea su floración, sabemos que es algo que volverá al año siguiente, ya que forma parte del ciclo de la Naturaleza.

Así, cuando las familias se reúnen para contemplar los cerezos, llevando mantas para sentarse bajo los árboles y platos ya preparados para comer todos juntos, también es un momento para recordar a los que ya no están y con los que se compartió esa tradición en el pasado.

Pero no se hará con tristeza, porque el cerezo nos enseña que la vida es limitada y que la muerte también forma parte de ese ciclo. Y por ello, al contemplar esa flor que vuelve cada año trayendo su color, en esa celebración también se festeja la llegada de los nuevos miembros de la familia.

Porque el Hanami, en definitiva, nos recuerda que la vida sigue. Y que al igual que el cerezo, que volverá a florecer cuando el frío dé paso a los días más cálidos, tras los periodos de tristeza siempre llegarán nuevos días de felicidad.

Nuevos proyectos por cumplir. Nuevos comienzos.

Todo esto es lo que encierra una flor tan aparentemente frágil como la del cerezo.

¿Conoce el proyecto Al final de la vida?

Recordando las enseñanzas que ofrece el Hanami, es inevitable pensar en la última etapa de la vida. Ya sea de la nuestra propia o de la de nuestros seres queridos.

Pero no siempre resulta fácil hablar de todo esto. Cuando somos jóvenes, no mencionamos a una muerte que vemos muy lejana. Y cuando envejecemos tampoco hablamos de ella, en este caso por miedo ante su cercanía.

Sin embargo, la muerte no debe ser un tabú, y aprender a hablar de ella es necesario para abordar aquellas dudas, inquietudes o preocupaciones que nos asaltan al final del camino.

Y el proyecto de obra social Al final de la vida es muy consciente de esta realidad.

Por ello, porque sabe que es importante hablar sobre la muerte de manera NATURAL, SANA y ABIERTA, esta organización cuenta con un completo equipo de profesionales (psicólogos, terapeutas expertos en el proceso del duelo…) que ha creado una herramienta muy valiosa para ayudarnos a hablar sobre esa última etapa de vida.

Si le interesa, aquí puede conocer más al respecto.

Fuentes

Créditos imagen: © Canva


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