Un amplio estudio realizado con 70.000 personas confirma los nefastos efectos de los pesticidas en la salud(1). Los voluntarios participantes en el estudio fueron divididos en tres grupos atendiendo a la cantidad de productos ecológicos que consumían: aquellos en los que el 50% de su alimentación era ecológica, los que solo consumían este tipo de alimentos de manera esporádica y los que no los comían nunca. Durante el período que duró el estudio, 7 años, se registraron 1.340 casos de cáncer.
Comparando ambos hechos (presencia del cáncer y alimentación ecológica) se observó que el riesgo de cáncer en general se reduce un 25% entre los que más productos ecológicos consumen. Y si atendemos a ciertos tipos concretos de cáncer, el riesgo de cáncer de mama (tras la menopausia) se reduce un 34% y el de los linfomas (un tipo de cáncer de la sangre) un 76%.
Estas cifras, según los investigadores, se deben a que las personas que consumen productos ecológicos están mucho menos expuestas a los pesticidas presentes en frutas y verduras cultivadas de manera masiva. Algo que confirma el hecho de que precisamente los agricultores que están en contacto todos los días con estas sustancias químicas son los que más cáncer sufren, especialmente linfomas.
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