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Una acumulación de heridas mal curadas puede conllevar afecciones tan graves como el cáncer

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Cuando se producen una herida en la piel, el organismo pone en marcha un sistema de curación que implica activar tres respuestas: inflamatoria (para eliminar los patógenos que puedan entrar en el organismo a través de esa herida), fibrótica (para reparar el tejido dañado rápidamente) y de multiplicación de células epiteliales (para que se recubra la piel dañada).

El problema es que en estos procesos se pueden producir pequeños errores. Y con la edad y la acumulación de esos daños tisulares el proceso de reparación puede degenerar (por ejemplo, generando una mayor inflamación, un exceso de tejido fibroso o un crecimiento celular descontrolado), aumentando con ello el riesgo de mutaciones más serias que acaben desencadenando diversas enfermedades crónicas. Desde una inflamación sistémica a una fibrosis o, incluso, un cáncer.

Esta es la conclusión de un metaanálisis que ha revisado decenas de artículos publicados en los últimos 150 años sobre los mecanismos de cicatrización que utiliza el cuerpo para curar los tejidos dañados. Ahora bien, es importante tener en cuenta que las simples heridas no provocan cáncer, como tampoco las mutaciones por sí solas son suficientes para causar cáncer y otras enfermedades. El problema es cuando parches de células mutantes pueden permanecer latentes hasta que un desencadenante despierte sus comportamientos oncogénicos. (1)

Además, el cáncer no es la única enfermedad relacionada con la cicatrización inadecuada de las heridas: también promueven enfermedades fibroinflamatorias progresivas crónicas, incluidas la fibrosis de órganos y las enfermedades cardíacas. 

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¿Cómo curarse bien una herida? Para empezar, hay que valorar si puede curarse en casa o debe acudirse a un centro sanitario. Si va a hacerse en casa, lo primero es lavarse bien las manos y comprimir la herida durante unos minutos para detener el sangrado. Una vez ha dejado de sangrar, lavar la herida con agua o suero fisiológico. Se puede también usar jabón neutro. Secar la herida con gasa, sin frotar, aplicar un antiséptico (clorhexidina o povidona yodada) y cubrir con un apósito. Repita el proceso cada 24 horas, prestando atención a que no haya signos de infección que aconsejen acudir a un centro sanitario.

Fuentes

1. Martin, P., Pardo-Pastor, C., Jenkins et al.: “Imperfect wound healing sets the stage for chronic diseases”. Science. 2024.


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