¿Se imagina que mientras cena con su familia hubiese un autobús con el motor encendido en el salón de su casa?
Cuesta imaginarlo.
Aún así, es posible que todos estén expuestos a un riesgo tóxico similar. Y también en el dormitorio, en la cocina o en el cuarto de baño.
No crea que exagero: el aire interior está entre 2 y 5 veces más contaminado que el de la calle.
Y aunque usted no los vea, decenas de “asesinos” invisibles flotan en el ambiente y le van intoxicando poco a poco, poniendo en riesgo su salud y la de los suyos.
Son los llamados compuestos orgánicos volátiles (COV), responsables de numerosos problemas de salud.
En un primer momento pueden causar trastornos menores, como…
Pero si la contaminación persiste, puede aumentar considerablemente el riesgo de sufrir patologías mucho más graves: enfermedades cardíacas, problemas cerebrovasculares (incluidos ictus), neumonías y diferentes tipos de cáncer (pulmón, hígado, riñón…).
En definitiva que, sin usted saberlo, su hogar deja de ser su “DULCE HOGAR” para convertirse en una bomba de relojería para la salud de todos.
No es para tomárselo a la ligera.
Por este motivo, en el próximo número de Salud AlterNatura hemos dedicado un artículo especial a los COV y a otros contaminantes tóxicos que es imprescindible que lea.
Así aprenderá cuáles son y de dónde proceden. Le aseguro que, en muchos casos se sorprenderá… y no para bien. Por ponerle un ejemplo…
Una de las principales fuentes de COV es la pintura de las paredes.
Cuando usted entra en una habitación recién pintada, junto con el habitual olor a pintura fresca está inhalando gran cantidad de sustancias tóxicas, sobre todo hidrocarburos.
Por ponerles nombre: benceno, tolueno, xileno… Y los efectos que pueden llegar a provocar no son nada desdeñables: irritación de los ojos y de la garganta, eccema, asma, neumopatías (patologías crónicas de los pulmones), desequilibrios del sistema nervioso, cáncer…
Lo peor es que, aunque el olor a pintura desaparezca al cabo de unos días, al estar las paredes construidas con materiales porosos (como el yeso o el cemento) las emanaciones continúan liberándose.
De hecho, pasados 4 meses solo se habrá reducido entre el 5 y el 20% de la emisión inicial, lo que convierte a la pintura de su casa en una amenaza para su salud y la de su familia durante mucho tiempo.
Y los COV no solo emanan de las paredes…
En los muebles, las colas, la tinta, la ropa, los detergentes para lavavajillas, los cosméticos… ¡incluso en el gel de ducha y el champú! Hay pocas cosas en su casa que no emanen contaminantes tóxicos.
Y su presencia no es testimonial: un estudio realizado sobre el mobiliario común detectó hasta 41 sustancias potencialmente peligrosas para su salud. (1)
Los COV más nocivos son:
Los éteres de glicol, presentes en todos los productos de base acuosa (como colas, tintas, cosmética capilar, etc.), son neurotóxicos -afectan al sistema nervioso central- y reprotóxicos, es decir, que pueden afectar a la fertilidad o interrumpir el desarrollo del feto. No es ninguna broma.
El formaldehído, presente en numerosos materiales de construcción, en el papel y en prendas de vestir, está clasificado directamente como cancerígeno por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, por sus siglas en inglés).
El benceno, clasificado como cancerígeno para los seres humanos. Se encuentra en las pinturas, como antes mencioné, en los productos de bricolaje, los plásticos, las alfombras y muebles y en el humo del tabaco, entre otros.
Pero no solo estas sustancias ponen en peligro su salud.
También están los COSV (compuestos orgánicos semivolátiles) presentes, por ejemplo en los retardantes de llama. Estos contaminantes, que se liberan en el medioambiente y llegan a la cadena alimenticia y finalmente a nuestro organismo, son igualmente reprotóxicos, neurotóxicos y cancerígenos, además de disruptores endocrinos (sustancias que alteran el equilibrio hormonal del organismo).
Por no hablar del acetonitrilo, presente en la mayoría de los muebles que usted puede montar en casa, tan de moda últimamente; del amianto o del plomo utilizados en los muebles más viejos; del gas radón que emana de los suelos de granito (por cada 100 Bq/m3 de radón que haya en el ambiente, el riesgo de padecer cáncer de pulmón aumenta un 16%); del monóxido de carbono (CO) proveniente de las calefacciones en mal estado, de las sustancias perfluoroalquiladas que se utilizan para dar adherencia a los utensilios de cocina, del fosfato de tris que emana de los equipos electrónicos y plásticos…
La lista es tan larga como peligrosa, y no debe pasarla por alto.
Por ello, es fundamental que usted tome las medidas adecuadas cuanto antes para librarse de estos enemigos invisibles y recuperar el bienestar y la armonía en su hogar.
Encontrará todas las estrategias y pautas a seguir para ello en el próximo número de Salud AlterNatura, incluyendo:
Su casa es el lugar en el que usted vive con su familia, su santuario de paz y tranquilidad. Líbrela cuanto antes de los COV y del resto de enemigos invisibles. Más aún en la situación actual debido a la pandemia, que nos ha hace pasar más tiempo del habitual en nuestras casas y que debido a los rebrotes está obligando a nuevos confinamientos en algunas localidades.
Para ello, el artículo especial “Cómo evitar los tóxicos que inundan su hogar y perjudican su salud” que se publicará en el próximo número de Salud AlterNatura, será una valiosa ayuda.
Si usted quiere leerlo solo tiene que apuntarse cuanto antes a la lista de quienes van a recibirlo, pues se trata de un contenido exclusivo para suscriptores. Puede hacerlo aquí.
Como el tema de los contaminantes en el hogar sin duda es de su interés, usted también recibirá junto al primer número de su suscripción el enlace para descargarse el anterior ejemplar de Salud AlterNatura, que incluye un artículo sobre la intoxicación que nos llega a través de la ropa. Así conocerá qué disruptores endocrinos, metales pesados y sustancias cancerígenas están presentes en la ropa, y cómo vestirse para no poner en riesgo su salud.
Para recibir este nuevo número de Salud AlterNatura por correo postal en su domicilio tiene que pedirlo antes de las 23:59 horas del jueves 17 de septiembre, que es cuando lo enviaremos a la imprenta).
Debe saber que no encontrará Salud AlterNatura en los quioscos, ni tampoco en librerías, por lo que solo puede conseguir su ejemplar solicitándolo aquí.
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