Probablemente ya se habrá percatado de que las toses y estornudos se han convertido en el sonido de fondo de muchos escenarios. En el trabajo, en los teatros y cines, en los medios de transporte, quizá en su propia casa…
Es señal de que hemos entrado en la época de los resfriados.
Ahora bien, aunque esta afección es muy común y en muchos casos se resuelve sin problemas, en otros puede derivar en algo más grave como una bronquitis.
Y, llegado a este punto, sin duda le interesará el remedio a base de aceites esenciales que le indico más abajo, que hará mucho bien por sus pulmones.
Un resfriado es la infección causada por los rinovirus (en el 50% de los casos) o adenovirus, entre otros. Cuando este tipo de virus entran en el organismo y se propagan, primero lo hacen por la nariz, los senos paranasales y la garganta, lo que conlleva el moqueo y picor de nariz y garganta que tanto caracteriza esta afección.
Pero, si no se frena esta infección, puede acabar propagándose por las vías respiratorias. Y es entonces cuando pude desencadenarse una bronquitis, que es el término médico que indica una hinchazón de los bronquios (los conductos que llevan el aire hasta los pulmones).
Asimismo, la bronquitis puede ser aguda, si los síntomas aparecen por un breve periodo de tiempo, o crónica, cuando siguen presentes la mayoría de los días y a lo largo de 3 meses como mínimo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, aunque en la mayoría de los casos las bronquitis se deben a infecciones virales, en ocasiones también pueden ser consecuencia de una infección bacteriana. Esto es más común en personas que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y que son las únicas que, en caso necesario, pueden requerir la toma de antibióticos.
Respecto a los síntomas de la bronquitis, el principal es la tos con flema. Además, esta mucosidad será más evidente cuanto mayor sea la infección, ya que no deja de ser la mezcla de moco y sustancias que el sistema inmune produce para proteger las vías respiratorias de cualquier patógeno.
Por otro lado, su color puede ayudarnos a identificar el problema respiratorio que se tiene. Si la flema es transparente o blanca, podemos estar ante un resfriado común o una alergia, para lo que el cuerpo produce más moco de lo habitual. Pero si es amarilla o verde, significa que el sistema inmune está trabajando, lo que implica que hay algún tipo de infección grave.
Otros síntomas habituales de la bronquitis son molestias en el pecho y fiebre (aunque leve), además de fatiga y dificultad respiratoria.
Esto último se debe a que, como puede ver en la imagen, la inflamación a causa de la infección hace que se estrechen los bronquios, lo que obstaculiza el paso del aire hasta los pulmones.
Y también están las sibilancias, silbidos agudos que se producen al respirar, sobre todo al tomar aire, y que suelen experimentar las personas con asma.
Finalmente, puede ocurrir que una bronquitis crónica se agrave aún más y derive en una neumonía (también puede originarse por una infección bacteriana). En la neumonía la infección ya no afecta solo a los bronquios, sino que llega hasta los alveolos pulmonares, donde se realiza el intercambio de gases.
Por esta razón es mucho más grave y los síntomas son más intensos: fiebre alta, fatiga extrema, escalofríos, mayor dificultad para respirar e incluso dolor en el pecho al respirar o toser.
En la mayoría de los casos la bronquitis se resuelve por sí sola. No obstante, conviene aplicar las siguientes recomendaciones para que el problema acabe cuanto antes y no haya riesgo de complicaciones.
Lo primero es descansar para reforzar al sistema inmunitario, que debe luchar contra el virus. Y también beber muchos líquidos e incluso utilizar un humidificador, para de este modo diluir las secreciones adheridas a las vías respiratorias.
Si sigue estas pautas, lo normal es que la infección se elimine pasados 7-10 días. Eso sí, la tos leve puede continuar durante varias semanas más, pero en este caso no conviene tomar fármacos antitusivos. Y es que esta tos está ayudando a expulsar los restos de la infección viral.
Y en el caso de que la cosa no mejore, la medicina convencional suele apostar por la toma de corticoesteroides para reducir la inflamación. Sin embargo, estos fármacos no son inocuos, ni mucho menos, pues se han asociado a efectos adversos como hinchazón generalizada, confusión o aumento de la presión arterial, además de riesgo de osteoporosis. (1)
Ahora bien, también puede aplicar los siguientes remedios, a base de aceites esenciales (concentrados de principios activos de plantas medicinales), dependiendo del tipo de bronquitis que tenga.
Remedio para bronquitis con tos y flemas
Es el adecuado para la primera fase de la infección, cuando hay una mayor secreción de mucosidades.
Ingredientes:
Elaboración:
Añada en un recipiente 1 gota de cada uno de los aceites esenciales y 3 gotas del AV de calofilo. Una vez bien mezclados, aplíquelos inmediatamente sobre el pecho y la espalda, dando un suave masaje. Repita cuatro veces al día, en un tratamiento de 10 días.
Remedio para bronquitis con tos seca
Interesa cuando ya se ha frenado la infección (o en su mayor parte), pero todavía persiste la tos.
Ingredientes:
Elaboración:
En este caso mezcle 1 gota de cada AE con 4 gotas del AV de calófilo. La dosis y duración del tratamiento son las mismas que para la tos con flemas.
Lo idóneo es preparar la mezcla justo antes de aplicarla. Pero, si prefiere elaborarla en cantidad para que dure todo el tratamiento, consérvela en un frasco opaco y de cierre hermético para que ni los rayos del sol ni la humedad afecten a las propiedades de los aceites esenciales.
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