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Vamos dejando atrás el buen tiempo y entramos en la época más fría y oscura del año, por lo que hay riesgo de que sus reservas de vitamina D estén bajo mínimos.
Todos estamos expuestos a este peligro. Nuestro tiempo de exposición al sol es reducido y nuestro organismo ya no puede producir suficiente vitamina D.
Pero a partir de los 50 años el riesgo de carencia aumenta aún más, ya que el envejecimiento de la piel hace que se sintetice cuatro veces menos vitamina D que en el caso de una persona más joven.
Esta carencia puede tener graves consecuencias, y precisamente por ello hoy tengo una información crucial que comunicarle al respecto.
La vitamina D afecta a 229 genes del genoma humano, lo que explicaría que una deficiencia en esta vitamina pueda estar en el origen de múltiples enfermedades. (1)
En Estados Unidos, una asociación de científicos que reúne a los más grandes expertos en vitamina D ha elaborado una lista impresionante de enfermedades que se podrían evitar con el simple hecho de mantener un buen nivel de esta vitamina.
Por ejemplo, han calculado que una buena tasa de vitamina D en sangre, situada entre 50 y 75 ng/ml, supone entre otros los siguientes beneficios. (2)
En conjunto, disminuye a la mitad el riesgo de morir prematuramente a causa de una enfermedad que podría evitarse. Es lo que demuestra un gran estudio publicado en junio de 2014 por el BMJ (British Medical Journal) y que relaciona los niveles bajos de vitamina D con un aumento de la mortalidad por todas las causas. (3)
A pesar de su importancia para mantener una buena salud, muy pocas personas tienen un nivel de vitamina D adecuado. Los especialistas comparan esta situación con una auténtica epidemia de magnitud mundial.
Los estudios científicos recientes muestran que, incluso en los países muy soleados como es el caso de España, mantener un nivel suficiente de vitamina D es difícil. Y especialmente entre los meses de octubre y marzo, cuando el sol apenas se deja ver ni calienta, pasamos menos tiempo al aire libre y no es posible una síntesis natural suficiente de esta vitamina.
Para beneficiarse de los efectos de un buen nivel de vitamina D sobre la salud, los expertos aseguran que hay que contar con una tasa en plasma superior a 30 ng/ml. (4)
Otros especialistas van un poco más allá en su recomendación y aconsejan llegar a 40 ng/ml. (5)
¿Y cómo se consigue alcanzar esas tasas plasmáticas? Pongamos un ejemplo.
Para mantener ese nivel durante todo el año, incluso en invierno, sin aportes nutricionales complementarios, haría falta que se expusiese todos los días al sol durante al menos 20 minutos (o incluso 30) y ello al mediodía, cuando el sol está más alto. Claramente, esto es casi imposible si vive en el hemisferio norte.
De hecho también en España, por mucho que seamos el país más soleado de la Unión Europea, los estudios evidencian que los déficits de vitamina D son elevados y alcanzan a más de la mitad de la población. Los datos confirman una carencia generalizada de vitamina D, incluso severa, en la población española de ambos sexos. (6)
Estos déficits severos afectan más a menudo a las personas mayores de 50 años, que sintetizan cuatro veces menos vitamina D que una persona joven con una exposición similar, debido al envejecimiento de la piel.
Pero ni los jóvenes se libran.
Un estudio llevado a cabo en un lugar tan soleado como Canarias y sobre población joven detectó una deficiencia significativa (< 20 ng/ml) en un 32,6% de la población y moderada (<30 ng/ml) en un 28,6%. (7)
Así que imagínese qué ocurre a medida que se van cumpliendo años y más en lugares geográficamente menos bañados por el sol: pues que una persona mayor de 50 que no se preocupe por su nivel de vitamina D tendrá carencia de forma casi automática. Así se refleja de hecho en un estudio realizado en nuestro país que concluyó que, entre la población mayor de 65 años, el 86,3% presentaba insuficiencia vitamínica, y que esta era grave (<15 ng/ml) en el 35,2% de los casos. (8)
¡Eso significa que casi 9 de cada 10 españoles mayores de 65 años tiene déficit de vitamina D, y que este llega a ser severo en un tercio de los casos!
Asumámoslo y seamos consecuentes: el déficit de vitamina D es una realidad de importantes efectos sobre la salud en general, y no sólo a nivel de salud ósea. Por eso es importante que tome medidas desde hoy mismo.
Para un adulto sano, las autoridades europeas recomiendan una dosis diaria de 400 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D, una cifra que hoy por hoy se puede calificar claramente no ya de insuficiente, sino de ridícula.
Existen numerosos debates sobre la dosis necesaria para una buena complementación en vitamina D. Esto depende en gran medida de la edad, modo de vida, lugar de residencia (si se vive en una región soleada o no)… Pero los científicos están seguros de una cosa: una suplementación diaria de 400 UI de vitamina D es básica para todo el mundo (hombres y mujeres); ¡incluso en España las autoridades sanitarias respaldan esa recomendación! Es decir, que las autoridades, tan conservadoras en materia de complementos nutricionales, consideran que de forma general es necesario tomar un complemento de vitamina D. (9)
Pues bien, si tiene más de 50 años, los especialistas recomiendan una complementación de al menos 1.600 UI al día. Y ciertos estudios proponen incluso dosis diarias que van hasta las 10.000 UI al día. (10)
Hay muchas formas de conseguir vitamina D, si bien lo más recomendable es tomarla regularmente y durante todo el año, ya que esto es lo que le permitirá contar con la tasa adecuada.
Debe evitar las ampollas que proporcionan de golpe hasta 200.000 UI (lo que equivale a tomar un mes de sol en la cara en cuestión de segundos). No sólo no es fisiológico, ya que producimos un poco de vitamina D cada vez que nos exponemos al sol, sino que también es menos eficaz que una toma más moderada y a largo plazo, ya que a su organismo le cuesta utilizar y almacenar esta entrada masiva de vitamina D.
Con una toma diaria menor, pero constante, usted recibiría una dosis más fisiológica; es decir, que respeta los equilibrios naturales de su cuerpo. Pero es que además la vitamina D es liposoluble, por lo que debe ir en una matriz grasa, como por ejemplo un aceite vegetal de buena calidad para facilitar su asimilación.
Tomar 2.000 UI cada día de un buen complemento de vitamina D3 es la base indispensable para una buena salud. Pero una extraordinaria sinergia, y que ha demostrado beneficios añadidos para la salud, es su combinación con vitamina K2 MK-7.
Diversos estudios demuestran que tomar vitamina D3 al mismo tiempo que vitamina K2 refuerza considerablemente sus efectos sobre la fortaleza de los huesos.
Al igual que en el caso de la vitamina D, la gran mayoría de la población sufre de un déficit crónico de esta vitamina tan importante para la salud. Los estudios sobre la vitamina K2 se han multiplicado en todo el mundo y han demostrado sus increíbles efectos. Entre otros: (11)
La vitamina D que hoy le propongo viene en un formato líquido, que resulta de lo más cómodo. Cada gota de este complemento aporta 400 UI de vitamina D, por lo que con una dosis diaria de cinco gotas (el frasco dispone de cuentagotas) usted podrá alcanzar una dosis de 2.000 UI con facilidad, ayudándole a mantener un buen nivel en sangre lo largo de todo el año.
Puede tomarlas directamente en una cucharilla o añadirlas a un vaso de agua o incluso a la comida. Además, esta vitamina D está unida a un aceite vegetal de colza virgen, lo que facilitará su asimilación por parte del organismo, al tratarse de una vitamina liposoluble.
Pero aún hay más. Se trata de una vitamina D de origen vegetal (proviene del musgo -o liquen-) y va acompañada de vitamina K2 para reforzar sus efectos benéficos, concretamente de 45 microgramos en 5 gotas. También es de origen natural, pues se obtiene del natto, un tipo de soja fermentada tradicional de Japón.
Es el único alimento del mundo que contiene vitamina K2 en forma menaquinona K7 (vitamina K2-MK7), que es la forma más biodisponible de la vitamina K2, lo que garantiza que el calcio no se deposite en sus arterias y llegue a su destino final, es decir, a los huesos, reduciendo así el riesgo de fracturas por osteoporosis. (12)
A su mayor biodisponibilidad también contribuye el aceite de colza virgen que se utiliza en esta fórmula, dado que la vitamina K también es liposoluble.
Empezar ahora a tomar vitamina D es una de las mejores decisiones que puede tomar para mejorar su salud.
Para que le resulte más fácil mantener este compromiso con su salud durante todo el año, el laboratorio que elabora esta combinación de vitaminas ofrece precisamente ahora unos lotes especiales formados por cuatro frascos de este compuesto en los que dos de ellos se incluyen de regalo (es decir, que usted sólo paga dos y recibe cuatro). Las unidades son limitadas, por eso he querido mencionárselo.
Además, sus frascos son de cristal ambarino para proteger los activos naturales, por lo que usted podrá conservar sus frascos perfectamente sin problemas durante el año.
A mí me parece una buena oportunidad, pero por supuesto la decisión es suya.
Ahora que los días de sol han quedado lejos, y con ello las posibilidades de sintetizar vitamina D directamente a partir de los rayos solares, sus reservas de vitamina D están en peligro. Por eso ahora es el momento en el que debe pasar a la acción y beneficiarse de la toma diaria de un complemento con el que podrá, entre otros beneficios:
Tomar cada día 5 gotas de las vitaminas D3 y K2 es algo sencillo. Pero es probablemente también una de las decisiones más importantes para su salud.
Si quiere pedir aquí su vitamina D3 y K2, puede hacerlo directamente en este enlace, donde también va a poder decidir si desea aprovechar la oportunidad de pedir sus cuatro frascos para todo el año (de los cuales dos son de regalo).
Los cuatro frascos le darían para todo el año tomando 5 gotas al día.
Tomar un complemento de vitamina D es necesario para todo el mundo (¡cualquier médico estará de acuerdo en esto!), pero es sencillamente imprescindible desde los 50 años. Y es también a partir de esta edad cuando se hace necesaria una complementación en vitamina K2.
Por eso, si usted tiene más de 50 años (y más aún si supera los 65, cuando el déficit alcanza niveles alarmantes), mi texto de hoy está especialmente dedicado a usted.
Para pedir su combinado de vitamina D3K2, incluso para todo el año, haga clic en el siguiente botón, que le llevará a la página del laboratorio donde tramitarán su pedido para que pueda empezar a tomarlo cuanto antes.
¡A su salud!
P.D.: La vitamina D3 y la vitamina K2 forman parte de las vitaminas más seguras del mundo. No tienen ningún efecto secundario conocido, incluso en dosis muy altas y tomándolas a largo plazo. Según los especialistas en vitamina D, “haría probablemente falta tomar entre 30.000 y 50.000 UI al día durante un período muy largo para correr el riesgo de intoxicarse”.
Tenga en cuenta, sin embargo, que la K de la vitamina K2 viene de la palabra “Koagulation” debido a que hace coagular la sangre. Por tanto, si sigue un tratamiento médico anticoagulante -este tipo de fármacos bloquean la actividad de la vitamina K- deberá comenzar la complementación tras haber hablado con su médico para que éste pueda adaptar su tratamiento anticoagulante.
Fuentes:
Cáncer de mama: Garland CF, Gorham ED, Mohr SB, Grant WB, Garland FC. “Breast cancer risk according to serum 25-Hydroxyvitamin D: Meta-analysis of Dose-Response (abstract)”. American Association for Cancer Research Annual Meeting, 2008. Reference serum 25(OH)D was 5 ng/ml.
Garland, CF, et al. Amer Assoc Cancer Research Annual Mtg, April 2008.
Cáncer de colon: Gorham ED, et al. Am J Prev Med. 2007;32: 210-6.
Diabetes: Hyppönen E, et al. Lancet 2001;358:1500-3.
Endometrio: Mohr SB, et al. Prev Med. 2007;45: 323-4.
Caídas: Broe KE, et al. J Am Geriatr Soc. 2007;55:234-9.
Fracturas: Bischoff-Ferrari HA, et al. JAMA. 2005; 293: 2257 -64.
Ataque al corazón: Giovannucci et al. Arch Intern Med/Vol 168 (No 11) June 9, 2008.
Esclerosis múltiple: Munger KL, et al. JAMA. 2006 ; 296 : 2832-8.
Linfoma No Hodgkin: Purdue MP, et al. Cancer Causes Control. 2007; 18: 989-99.
Cáncer de ovarios: Tworoger SS, et al. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2007;16: 783-8.
Renal: Mohr SB, et al. Int J Cancer. 2006; 119: 2705-9.
Raquitismo: Arnaud SB, et al. Pediatrics. 1976 Feb;57(2):221-5.
Gómez de Tejada Romero MJ, Sosa Henríquez M, Del Pino Montes J, Jódar Gimeno E, Quesada Gómez JM, Cancelo Hidalgo MJ, et al. “Documento de posición sobre las necesidades y niveles óptimos de vitamina D”. Rev Osteoporos Metab Miner 2011;3 :53-64
Quesada Gómez JM, Díaz Curiel M. “Vitamin D deficiency and consequences for the health of people in Mediterranean countries. En: Holick, Michael F ed. Vitamin D. Physiology, Molecular Biology, and Clinical Applications”. 2nd ed. Nutrition and Health; 2010.p.453-68.
Juanola-Falgarona M1, Salas-Salvadó J, Martínez-González MA, Corella D, Estruch R, Ros E, Fitó M, Arós F, Gómez-Gracia E, Fiol M, Lapetra J, Basora J, Lamuela-Raventós RM, Serra-Majem L, Pintó X, Muñoz MA, Ruiz-Gutiérrez V, Fernández-Ballart J, Bulló M. “Dietary Intake of Vitamin K Is Inversely Associated with Mortality Risk”. J Nutr. 2014 Mar 19.
Shea M.K. “Vitamin K and Vitamin D Status: Associations with Inflammatory Markers in the Framingham Offspring Study”. American Journal of Epidemiology. 2007 Published on-line ahead of print, doi:10.1093/ aje/kwm306.
Ferland G. Vitamin K, an emerging nutrient in brain function. Biofactors. 2012; 38:151-157.
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