Son las 10 de la mañana. Hace ya un par de horas que está levantado y siente el estómago vacío.
Sus tripas se lo están pidiendo a gritos: tiene hambre y necesita comer.
Es entonces cuando pasa por delante de una panadería y percibe el olor a pan recién hecho. Se le hace la boca agua y se rinde a la tentación: entra en el primer bar que encuentra y pide un suculento bocata de jamón.
Aunque usted no sea consciente, con el primer mordisco, comienza el increíble periplo del bocata de jamón en su cuerpo.
Sus dientes lo trituran y rompen las diversas estructuras que forman el alimento. La saliva se mezcla con los pequeños trozos resultantes para preparar la digestión y lubricar el tránsito hacia el estómago. Junto con la saliva, las enzimas (amilasas) se incorporan a la mezcla para descomponer los glúcidos en pequeñas moléculas de azúcar.
Cuanto más tiempo mastique, mejor será su digestión.
La comida llega entonces al esófago, una especie de tobogán de unos treinta centímetros, que conduce los alimentos hacia el estómago.
Su digestión ha comenzado.
Como si de una gran obra de ingeniería se tratara, el estómago entra ahora en acción.
Primero mezcla lo que queda del bocata de jamón con los restos de alimentos que ya estaban ahí antes y los amasa gracias a sus propios músculos.
Y después, de una manera digna de un prestigioso chef, la mucosa del estómago comienza a mezclar armoniosamente los jugos gástricos y las enzimas hasta convertir el alimento en una sopa espesa llamada “quimo”.
El intestino delgado toma entonces el relevo para absorber los nutrientes, que pasan al torrente sanguíneo para alimentar al organismo. Sus paredes interiores parecen una moqueta con miles de millones de pequeños pliegues (conocidos como vellosidades intestinales) que aumentan la superficie de contacto con el alimento y favorece la absorción.
Después de varias horas de “lluvias” de jugos intestinales, pancreáticos y biliares para terminar de digerir grasas y proteínas, lo que queda del bocata de jamón llega por fin al colon.
En él se extrae el agua de los restos que no hayan sido digeridos ni absorbidos (especialmente la fibra). Y, por último, su colon se contrae para evacuar los desechos deshidratados. No es necesario describir ese momento, usted lo conoce tan bien como yo.
Aquí termina lo que sería un proceso digestivo completo y satisfactorio. Pero veamos que sucede cuando la digestión no se realiza correctamente; algo que, si ha leído hasta aquí, probablemente le haya ocurrido a usted en alguna ocasión.
Debido a múltiples motivos (el estrés, la edad, la contaminación, el tabaco, el sobrepeso, el consumo de alcohol…), la digestión tiene tendencia a desajustarse y producirse de manera incorrecta.
¿Le sucede a usted?
Si es así, dentro de un instante le mostraré cómo recuperar una digestión óptima.
Numerosos españoles se privan a diario de ciertos alimentos. Al principio son solo uno o dos de origen vegetal (coles, legumbres, lechuga…), que evita comer porque le provocan gases o retortijones de estómago. Y, poco a poco, la lista se va alargando.
Pero en realidad las flatulencias, la hinchazón y los reflujos ácidos se deben a que su sistema digestivo no funciona correctamente.
Si usted…
… elimina ciertos alimentos de su dieta y renuncia a pequeños placeres para evitar una mala digestión.
… sufre en ocasiones dolor en los riñones o en el estómago.
… le cuesta dormirse o se despierta en medio de la noche debido a la hinchazón o a molestias intestinales.
… y come mucha grasa y tiene digestiones lentas y pesadas…
… entonces lea atentamente lo que sigue.
Pero antes, permítame una pregunta:
¿Va menos de 3 veces al baño a la semana, la defecación es dolorosa o le supone un gran esfuerzo? (1)
Si es así es que su tránsito digestivo es demasiado lento y su estómago no puede trasladar los alimentos a los intestinos. Entonces, al igual que sucede cuando un saco está demasiado lleno, las paredes del estómago se tensan y se endurecen. Su estómago genera entonces presión sobre los demás órganos, le provoca flatulencias y hace que usted se sienta hinchado.
Tiene que actuar de inmediato, porque una mala digestión puede tener graves consecuencias y alterar el funcionamiento de otros órganos, como el hígado o las vías biliares, y modificar el equilibrio de la microbiota. Además, al renunciar a alimentos vegetales (que, paradójicamente, son la base de una buena alimentación) y a alimentos ricos en fibra porque le resultan indigestos, se estaría privando de sus propiedades saludables y podría aumentar incluso el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer. (2)
Existen varias medidas que usted puede poner en práctica para mejorar sus digestiones:
Pero soy consciente de que no siempre puede hacerlo o directamente no quiere privarse de nada, aunque sea a costa de tener luego una digestión complicada.
Por eso, hoy quiero ofrecerle una combinación de 5 plantas, 100% natural y mucho más sencilla para ayudarle favorecer todo el proceso digestivo.
Después de meses de investigación, los científicos del laboratorio francés Cell Innov han perfeccionado una fórmula que va a ayudarle a:
Y, sobre todo, cuando el ardor de estómago sea insoportable o dude si sentarse a comer porque su esófago le quema, usted encontrará en ella una solución inmediata.
Efectivamente, a pesar de que los remedios naturales suelen actuar a largo plazo, esta revolucionaria fórmula tiene un efecto ultrarrápido: es sumamente eficaz desde la primera media hora. Incluso, en caso de sufrir una crisis especialmente aguda, puede disolver tres pastillas en un vaso de agua y acelerar aún más su acción.
Si usted sufre digestiones lentas y pesadas, hinchazón, retortijones, gases o estreñimiento, le invito a que lo compruebe y pida ahora Fórmula Digestión en el siguiente enlace. Le aseguro que estará dando un paso de gigante para favorecer su salud digestiva.
Y si quiere saber por qué su acción es tan rápida y efectiva, lo entenderá cuando vea su formulación: es la combinación de 5 potentes plantas utilizadas desde hace siglos por sus beneficios demostrados para la digestión. Quizá ya las conocía por otros usos y aplicaciones, pero le sorprenderá cómo actúan en las diferentes fases del proceso digestivo. Son estas:
El jengibre para proteger su tubo digestivo. Además de sus usos más comunes (estimulante, energizante…), el jengibre (Zingiber officinale) ejerce un efecto protector sobre la mucosa del estómago y una potente acción antiinflamatoria que contribuyen al correcto funcionamiento del tubo digestivo. (3)
Por estas propiedades, numerosos estudios le atribuyen un inmenso valor en el tratamiento de diversas dolencias gástricas como estreñimiento, dispepsia, eructos, distensión abdominal, gastritis, malestar epigástrico, ulceraciones gástricas o indigestión. (4)
Esta fórmula le proporciona ni más ni menos que 150 mg/día de jengibre cultivado en Francia y estandarizado en sus dos principios activos con mayores cualidades digestivas, los gingeroles y los shogaoles.
La alcachofa para regenerar el hígado. A las hojas de alcachofa (Cynara scolymus) se les atribuye un uso medicinal desde la antigüedad. Para proteger el hígado, en concreto, ya eran utilizadas desde la época del Renacimiento.
En la actualidad, numerosos estudios han demostrado sus efectos sobre el hígado y sus propiedades estimulantes sobre el tubo digestivo. (5) (6)
Y, por si fuera poco… ¡la alcachofa y el jengibre son aún más eficaces juntos! Estudios sobre problemas digestivos que combinan ambas plantas han demostrado el poder de esta sinergia: después de 4 semanas de tratamiento, el 86´2% de las personas que estaban recibiendo la combinación alcachofa-jengibre experimentaron una mejoría notable en caso de dispepsia funcional y de estreñimiento. (7) (8)
El hinojo para estimular los riñones. Si la alcachofa y el jengibre son plantas muy beneficiosas especialmente para su hígado y su intestino, el hinojo (Foeniculum vulgare) contribuye activamente a las funciones renales y urinarias:
Estos efectos están particularmente relacionados con la capacidad del hinojo para reducir el estrés oxidativo generado por los radicales libres (estimulando la producción de superóxido dismutasa, el antioxidante primario más potente de nuestro organismo). A ello se suma su efecto beneficioso como antiinflamatorio, antiespasmódico y hepatoprotector. (10)
Este complemento le aporta una dosis de 100 mg/día de hinojo proveniente de Italia, donde es ingrediente omnipresente en la gastronomía y se cultiva con gran calidad durante todo el año.
La alcaravea contra la hinchazón y las flatulencias. La alcaravea (Carum carvi), o comino de prado, es la gran desconocida de esta fórmula. Solo los alsacianos del Munster, una región de Alemania, la toman… ¡aunque muy pronto usted también lo hará!
Para Franz Weiss, uno de los padres de la medicina herbal, se trata de la planta carminativa (que favorece la expulsión de los gases intestinales y reduce su producción) más fiable de la que disponemos. (11)
Y tenía razón, pues gracias a sus propiedades antiespasmódicas y estimulantes, esta planta permite reducir las flatulencias, los espasmos, la aerofagia y el meteorismo (la hinchazón abdominal debida a un exceso de gases digestivos). (12)
Fórmula Digestión le aporta 300 mg/día de alcaravea. ¡Verá cómo lo agradece!
Menta piperita para ayudar al intestino. La menta (Mentha piperita) que encontrará en este complemento no es la que crece en su jardín: es el resultado de una hibridación espontánea entre la menta acuática y la menta verde que incrementa algunas de sus propiedades.
Así, la menta piperita favorece la secreción de bilis, lo que permite una mejor producción de enzimas digestivas y mejora el proceso digestivo. No es de extrañar que sus hojas se utilicen desde tiempos inmemoriales en infusiones para mejorar el funcionamiento del tubo digestivo. (13)
Esta fórmula le aporta una dosis de 340 mg/día de menta piperita, la cantidad idónea de acuerdo con los resultados de estudios clínicos de referencia.
Un trabajo en equipo sobre todas las etapas de la digestión
Cuando la digestión funciona, todo funciona.
Pero para que esto ocurra, hace falta que trabajen en equipo todos los órganos de los que le he hablado: estómago, hígado, intestino delgado, colon y riñones.
Cuando todo va bien, no piensa en ello y simplemente se siente bien. Acuérdese de cuando podía comer cualquier cosa y a cualquier hora. Incluso si un día se “pasaba” su estómago no decía nada y la digestión se adaptaba a ese exceso puntual.
Pero hoy, su sistema digestivo juega cada día un partido difícil contra todos los alimentos y las bebidas que usted toma.
Como en cualquier equipo, el rendimiento depende de dos parámetros: el rendimiento individual y la armonía que existe a nivel colectivo. Y la fórmula que hoy le propongo será la mejor aliada de su digestión pues, como pasa con los mejores equipos, sus integrantes no solo son muy buenos individualmente, sino que además tienen efectos complementarios muy beneficiosos combinados entre sí.
Simplemente tomando una pastilla tres veces al día después de cada comida principal, le estará dando a su sistema digestivo toda la ayuda que necesita para trabajar correctamente, sin realizar ningún esfuerzo y con ingredientes 100% naturales.
Un efecto inmediato. Y también a largo plazo
Si su sistema digestivo ya no es capaz de fabricar todo lo que le resulta necesario o de eliminar todo lo que le hace daño, este complemento actúa sobre todos los órganos que intervienen en él.
Desde la primera media hora, sus ingredientes contribuyen a aliviar y favorecer la digestión.
Pero lo mejor es que a largo plazo su eficacia no deja de aumentar.
Cuanto más lo tome, los extractos naturales de hinojo, jengibre, alcaravea, menta piperita y alcachofa, no dejarán de ayudar a su sistema digestivo y seguirán haciendo su trabajo sin hacerse notar. Y usted podrá seguir gozando de las buenas cosas de la vida sin tener que resignarse a sufrir gases, hinchazón y retortijones.
Día a día, este complemento se convertirá en un apoyo inestimable para todo el proceso de la digestión, ya que:
Y duérmase tranquilo y despiértese ligero, huelga decir que la calidad de su sueño será mucho mejor.
Siga este consejo: para que su sistema digestivo vuelva a procesar correctamente lo que usted come, empiece por algo tan sencillo como tomar a diario este complemento. No se imagina todo el bien que le hará. Y los incómodos gases, la hinchazón abdominal o los problemas para ir al baño dejarán de ser un fastidio en su actividad cotidiana.
Solo le falta una pequeña ayuda para recuperar el control: Fórmula Digestión.
Consígala en el siguiente enlace:
P.D.: Si está tomando medicación o tiene otra condición médica específica (en particular personas con afecciones hepáticas o biliares), consulte con su médico. Salvo en estos casos, ya puede volver a disfrutar de una digestión más plácida y ligera en este enlace.
Fuentes:
Imágenes:
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