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La melatonina: un somnífero natural

Aunque parezca increíble, hasta el año pasado la Unión Europea no dio el visto bueno oficialmente a un producto natural para dormir mejor: la melatonina.

En mi opinión, aquellos que prohibieron durante años esta sustancia natural sin basarse en ningún argumento científico, a pesar de que los trastornos del sueño afectan a entre un 25 y un 40% de la población (al 30% en España), han cometido una falta grave contra sus ciudadanos. (1)

Llevando las cosas al extremo, un abogado algo malévolo podría acusarlos de:

  1. Intoxicar a millones de personas por haberlas obligado a recurrir a somníferos químicos, las benzodiacepinas, que son un verdadero veneno, mientras que la melatonina es natural y segura.
  2. Haber contribuido a vaciar las arcas de la Seguridad Social (y llenar las de los laboratorios farmacéuticos) por su estupidez (¿o acaso por corruptos?): la melatonina es muy económica y no está patentada, al contrario que los somníferos industriales, por lo que es mucho más barata.
  3. Haber privado a la población de una sustancia natural e inocua, que tiene muchos otros efectos positivos sobre la salud.

Pero seamos positivos y volvamos a los beneficios que usted puede obtener de la melatonina.

Un remedio eficaz para combatir el insomnio

Desde el momento en que comienza a disminuir la luz del día, la glándula pineal, que se encuentra en el cerebro, comienza a secretar melatonina. Esta sustancia, una hormona natural, prepara el organismo para el sueño y el descanso.

La glándula pineal está unida directamente a los nervios ópticos, por lo que tiene conexión directa con la luz. Por eso la melatonina es conocida como la hormona que regula el reloj biológico, también llamado ciclo de vigilia-sueño o ritmo circadiano. Y por eso las personas invidentes a menudo sufren trastornos del sueño.

Todos los organismos vivos sin excepción producen melatonina: los animales, las plantas, las algas, las bacterias…. Esto les permite adaptarse al día y a la noche, y también a las estaciones.

Según los investigadores, la melatonina estaría ligada a la aparición de la vida sobre la tierra, por lo que una de las moléculas más antiguas habría permanecido sin modificar desde los albores de la humanidad.

Sin embargo, hoy en día existen numerosos factores muy presentes en la vida moderna que ralentizan o incluso bloquean la producción de melatonina: la luz eléctrica, los fármacos, las ondas electromagnéticas… Por eso, un poco de melatonina por las noches, antes de dormir, puede ayudar a aquellos que sufren de insomnio a volver a disfrutar de un sueño reparador y de calidad.

Pero antes de explicarle cómo, analicemos primero esos factores “antimelatonina”, porque es precisamente protegiéndose primero de éstos como podrá mejorar su sueño.

Los fármacos

De todas las formas conocidas de destruir las reservas naturales de melatonina (sin contar el tabaco y el alcohol), sin duda la más temible es el consumo habitual de ciertos fármacos, y en particular, los somníferos y los ansiolíticos, que los médicos suelen recetar para ¡mejorar el sueño!

De hecho, el 14,3% de la población española consume regularmente medicamentos del grupo de los tranquilizantes y pastillas para dormir, y eso que se aconseja no tomar estos fármacos durante más de un mes. (2)

Este porcentaje se incrementa con la edad, y es superior en el sexo femenino. De hecho, el 29% de las mujeres de más de 65 años admiten tomarlos (¡casi un tercio de ellas!), a pesar de que se sospecha que esta familia de fármacos favorece el desarrollo de ciertas enfermedades del sistema nervioso como el alzhéimer. Y más inquietante aún resulta el hecho de que los jóvenes cada vez consuman más este tipo de fármacos.

Desgraciadamente, los somníferos y los ansiolíticos no son ni de lejos los únicos fármacos que destruyen la melatonina. También lo hacen la aspirina, el ibuprofeno, los betabloqueadores, los antagonistas del calcio, los antiinflamatorios no estereoideos… en total, 75 fármacos que contienen más de 120 sustancias diferentes y que millones de personas de todo el mundo consumen de manera habitual.

Concretamente, los betabloqueadores son tan eficaces contra la melatonina que los investigadores los suministran en animales de laboratorio para hacer experimentos. Estos fármacos se recetan habitualmente para tratar la tensión arterial y ciertos tipos de arritmia cardíaca (propranolol).

No es de extrañar que los pacientes que los toman sufran insomnio. Tal y como demostró el doctor G. M. Braun en 1992, con menos de la mitad de la dosis habitual se detiene la secreción de melatonina de los seres humanos. (3)

Los campos electromagnéticos

Aplicando un campo magnético a la cabeza de un roedor, no sólo se reduce casi un 50% su índice de melatonina, sino que además se crea una disfunción de la glándula pineal, que es la que secreta la melatonina.

Si usted vive en una ciudad moderna, es probable que su organismo esté rodeado de ondas electromagnéticas provenientes de diversas fuentes: teléfonos móviles, radios, repetidores de señal, aparatos eléctricos… Esta contaminación invisible afecta directamente a la melatonina, lo que podría explicar por qué los trastornos del sueño son una epidemia en constante aumento en los países industrializados.

Un 30% de la población española padece insomnio, acompañado de fatiga o somnolencia durante el día y, como ve, las preocupaciones, el trabajo y el estrés no son las únicas causas.

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¿Quién puede tomarla y para qué?

La melatonina le puede ayudar especialmente si usted:

  • Se acuesta tarde y se levanta muy temprano.
  • Se despierta a menudo de noche y se adormila o duerme la siesta de día.
  • Tiene problemas para dormirse.
  • Trabaja por turnos (enfermeros, pilotos, etc.)

Tomar un suplemento de melatonina no afecta a la secreción natural de la glándula pineal ni a corto, ni a medio, ni a largo plazo. Además, su consumo no crea hábito y, por tanto, no genera dependencia.

Una ventaja determinante de la melatonina es que no afecta a la memoria ni a las funciones cognitivas, al contrario que los somníferos y los ansiolíticos.

La melatonina es especialmente eficaz en personas mayores de 45 años que tienen un sueño de mala calidad, que se despiertan a menudo.

Desfase horario

Hay muchos estudios que demuestran que la melatonina alivia considerablemente los síntomas producidos por el desfase horario (“jet lag”). Permite no sólo dormirse antes una vez acostado, sino sobre todo adaptar el ritmo biológico a la hora local. Al regular el reloj interno, reduce a la mitad la duración habitual del desfase horario.

Por eso, hoy en día muchos pilotos y azafatas de vuelos largos (más de 4 ó 5 horas) con cambios de husos horarios importantes (más de 3 ó 4 horas) la utilizan asiduamente.

¿Qué dosis hay que tomar?

Es más eficaz una pequeña dosis de melatonina que una grande. La dosis eficaz es de 0,3 mg/día, media hora antes de acostarse. Si toma más de 2 mg/día, el efecto sobre el sueño es menor, e incluso puede provocar somnolencia al día siguiente. (4)

Toxicidad

Las autoridades consideran que la melatonina es un producto muy seguro. Desde el 16 de mayo de 2012, las empresas que comercializan melatonina están autorizadas a indicar en el envase que «contribuye a aliviar los efectos del desfase horario» y «a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño» (Reglamento (UE) n°432/2012 de la Comisión).

Teniendo en cuenta lo difícil que resulta que Bruselas autorice este tipo de declaraciones de propiedades terapéuticas en los productos naturales sin receta, supone una acción de firme reconocimiento de las cualidades de la melatonina.

Sin embargo, si padece cáncer o epilepsia, no tome jamás melatonina sin supervisión médica. Si desea beneficiarse de los efectos de la melatonina mientras se somete a quimioterapia, hágalo exclusivamente con la aprobación de su médico.

¿Dónde puedo encontrarla?

Hoy en día, en Europa la melatonina se vende sin receta. La puede encontrar casi en cualquier lugar por internet, en farmacias y hasta en grandes superficies. A pesar de lo que pueda leer en internet, la melatonina que se comercializa es de origen vegetal.

Antes de que se aprobara en 2012 el Reglamento de la Comisión Europea, en España ya podían comprarse suplementos con melatonina gracias a una “argucia” legal llamada “principio de reconocimiento mutuo”, que permite que en España se puedan adquirir complementos que contengan sustancias distintas a las vitaminas y los minerales si están legalmente comercializados en otro Estado Miembro. Y en Italia así ocurría, puesto que se permitían los complementos a base de melatonina hasta una dosis máxima de 5 mg. Y dado que en Italia eran legales, en España podían igualmente comercializarse. Pero con una salvedad: siempre que contuvieran melatonina en una dosis inferior a 2 mg, pues por encima en España tiene la consideración de medicamento (no de complemento alimenticio).

Pero ese regla ha dejado de aplicarse desde el pasado 1 de octubre, pues Italia ha reevaluado el aporte permitido de melatonina en los complementos, y lo ha rebajado de 5 mg a 1 mg. Siguiendo a Italia, y por aplicación de ese “principio de reconocimiento mutuo”, desde el 1 de octubre en España sólo se permiten también complementos de melatonina hasta esa dosis máxima de 1 mg que, como ya le he explicado, es más que suficiente para conseguir buenos resultados frente a los problemas de sueño.

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Fuentes

Datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

  1. Datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2006, investigación que realiza el Intituto Nacional de Estadística (INE) en virtud de un acuerdo de colaboración con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI). Dirigida a las familias, su finalidad principal es obtener datos sobre el estado de salud y los factores determinantes del mismo desde la perspectiva de los ciudadanos.
  2. Long J.W. et Rybacki J.J. «The essential guide to prescription drugs-1995, New York: Harperperrenial«, 1995, p. 863
  3. Según el Doctor Richard Wurtman, del Instituto Tecnológico de Massachusetts. LaNutrition.fr.


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