Estimado Lector,
Si buscamos en el Diccionario de la Real Academia encontraremos que la segunda acepción de la palabra “cardo” es “Persona arisca” y que existe la expresión “ser más áspero que un cardo”.
Sin embargo, no hay nada más injusto que establecer esta comparación cuando se trata del cardo mariano, una planta con numerosas propiedades medicinales y de la que hoy te vamos a hablar.
Su nombre científico es Silybum marianum y se trata de una planta herbácea que suele crecer en los bordes de los cultivos, caminos y terrenos baldíos. Su hábitat originario es la cuenca del Mediterráneo, aunque actualmente, debido a sus numerosas propiedades medicinales, se cultiva en todo el mundo.
El adjetivo “mariano” hace referencia a la Virgen María, ya que existe una leyenda medieval que dice que empleó unas grandes hojas de cardo para ocultar a Jesús de los soldados de Herodes durante la matanza de los Inocentes. La historia cuenta que, cuando escapaban de los esbirros del rey, del pecho de María cayeron unas gotas de leche que, como un recordatorio de aquel día, han perdurado hasta hoy en esta especie vegetal (son esas venas blancas de sus hojas que podéis apreciar en la foto).
Además, a partir de ese momento, el cardo quedó bendecido por la leche de María y adquirió todas sus propiedades curativas. Por esta razón, durante la Edad Media, a las mujeres recién paridas y a las nodrizas se les recomendaba tomar esta planta para aumentar la secreción de leche.
Y de ahí también que el cardo mariano reciba otros nombres como cardo santo, cardo de María o cardo lechero o lechoso.
En la fitoterapia el cardo mariano es conocido, sobre todo, por su capacidad para proteger y mejorar el funcionamiento del hígado.
Esto es debido, en buena medida, a la silimarina, un compuesto activo que se extrae de sus semillas y que protege a las células hepáticas de las toxinas y los radicales libres. Este flavonoide, además, estimula la síntesis de las proteínas en el hígado, regenerando las células dañadas y mejorando su funcionamiento.
Por ello, el cardo mariano se emplea para tratar todo tipo de afecciones hepáticas, como cirrosis, hepatitis o hígado graso. Además, protege a este importante órgano de los daños causados por los fármacos analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios.
Pero no es la única virtud del cardo mariano. También se utiliza para combatir las jaquecas y las neuralgias. Es, asimismo, un poderoso antihemorrágico, por lo que se emplea en el tratamiento de las hemorroides, las varices y las hemorragias nasales.
Por si fuera poco, mejora el funcionamiento de la vesícula biliar y del sistema digestivo, por lo que es un estupendo remedio para las personas que padecen a menudo ardores, cólicos o indigestiones. Y es más, algunos estudios señala que puede ayudar a reducir el colesterol y la glucosa en sangre.
Todo lo cual, convierte al cardo mariano en una de las plantas más beneficiosas para la salud que podemos encontrar en la naturaleza. Y por eso es un ingrediente esencial de muchas de la mezclas herbales de las Tisanas Bio de Salud, Nutrición y Bienestar.
Por cierto, ya puedes conseguir las que hemos preparado para este otoño. Una de ellas ha sido creada especialmente para regularizar las funciones del hígado.
Se llama Tisana Bio Bienestar Hepático, ¿y adivinas qué planta incluye su mezcla?
¡Exacto! El cardo mariano, como no podía ser de otra manera.
Además de esta tisana creada para proteger y regenerar tu hígado, hemos preparado otras dos que te ayudarán a disfrutar de este otoño sin problemas de salud:
Si deseas disfrutar de sus deliciosos sabores y cuidar de tu salud al mismo tiempo, suscríbete ahora al plan de Tisanas Bio y serán las primera tisanas que recibas junto a tus regalos de bienvenida
Artículos relacionados