Una herida, una úlcera o una quemadura puede terminar infectándose si no se tratan adecuadamente. Pero lo peor llega si el tratamiento que se aplica para frenar la infección no es efectivo porque la bacteria responsable de ella resulta resistente a los antibióticos. ¿Qué se puede hacer entonces? Un equipo de investigadores españoles puede haber dado con la clave, que llega directamente de la Naturaleza(1).
Se trata de un innovador apósito que, al colocarse sobre la piel, libera biocidas de origen natural capaces de acabar con las bacterias más resistentes. En concreto desprende timol, una sustancia presente en los aceites esenciales de plantas como el tomillo o el orégano.
Ya se han realizado las primeras pruebas para confirmar su eficacia y los resultados han sido muy satisfactorios: reduce la infección bacteriana (incluida la provocada por la Staphylococcus aureus, una de las más comunes y peligrosas) sin afectar a las células de la piel; de hecho, el tratamiento no causa inflamación ni irritación.
Además, estos nuevos apósitos no poseen la toxicidad de la clorhexidina, un antiséptico común para tratar las infecciones locales, lo que los convierte en una alternativa eficaz y segura.
1. Enrique Gámez-Herrera, Sara García-Salinas, Sofía Salido et al.: “Drug-eluting wound dressings having sustained release of antimicrobial compounds”. European Journal of Pharmaceutics and Biopharmaceutics. 2020.
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Una pregunta, por favor. Estos apósitos ¿se encuentran ya en el mercado? Y, si es así, ¿dónde encontrarlos? Gracias.
Muy interesantes los artículos y las revistas.