Un estudio realizado en Harvard se ha centrado en las siete operaciones quirúrgicas que provocan más complicaciones y muertes.
En el marco de la investigación se evaluaron 421.476 intervenciones realizadas de urgencia en pacientes de entre 18 y 105 años.
Sólo las operaciones que a continuación presento según su orden de incidencia causaban el 80% de las muertes y de las complicaciones (por no hablar del coste sanitario que permitirían ahorrar).
Entre paréntesis indico sus respectivas tasas de complicación y muerte tras la intervención:
Entre las complicaciones causadas por estas intervenciones se puede encontrar prácticamente cualquier problema médico indeseado: daños renales agudos, daños en el aparato respiratorio, paro cardíaco, trombosis venosa profunda, embolia pulmonar (coágulos de sangre en los pulmones), infarto de miocardio, infecciones y shock séptico, entre otros.
Durante mucho tiempo se ha creído que la apendicitis que no se opera evoluciona automáticamente hacia la gangrena y la perforación, y que por tanto la operación es obligatoria.
Una revisión de estudios publicada en 2008 puso en cuestión esta idea, descubriendo que ciertas apendicitis evolucionan espontáneamente hasta la curación, y muchas otras pueden ser tratadas simplemente con antibióticos. (2)
Una revista científica norteamericana de cirugía publicó también un estudio sobre si realmente es necesario operar sistemáticamente a todos los niños que sufren una apendicitis aguda (es decir, realizarles una apendicectomía).
Asimismo, se ha publicado un nuevo estudio sobre el tema elaborado por expertos de Ohio (Estados Unidos). En él se evaluó a un total de 77 niños y niñas de 7 a 17 años que se quejaban de dolor abdominal desde hacía menos de 48 horas y que no presentaban evidencias de abscesos, flemones (inflamación del tejido en general, de origen infeccioso), peritonitis u otras complicaciones. (3)
Sus padres pudieron elegir entre una intervención quirúrgica o un tratamiento con antibióticos, y un total de 30 padres prefirieron evitar la operación (contra 47 que eligieron la intervención).
Entre los niños que no se sometieron a la cirugía, el 93% mejoraron inmediatamente su estado (en las siguientes 24 horas). Sólo tres niños tuvieron que ser operados a pesar de todo. Es decir, el 90% de las operaciones pudieron ser evitadas; o lo que es lo mismo, ¡eran inútiles!
Por supuesto, los jóvenes que lograron evitar la operación pudieron retomar antes sus actividades escolares y deportivas.
Para los autores de este trabajo, citados por el Journal International de Médecine (JIM), “es posible por lo tanto no operar sistemáticamente las apendicitis no complicadas, obteniendo una tasa del 90% de éxito en 30 días, una reducción en la duración de la convalecencia y una mejor calidad de vida”. (4)
Por supuesto, esta lección se va aprendiendo, aunque todavía a paso lento.
Durante décadas la mayoría de los cirujanos nos han ido contando que el apéndice “no sirve para nada”. Parece algo que podemos sacar y tirar a la basura sin preocuparnos lo más mínimo.
Y muchos investigadores también lo consideran una cuestión “cerrada”, algo inútil incluso de estudiar.
Sin embargo, es probable que el apéndice desempeñe un papel importante.
En caso de infección intestinal y de diarrea, ese pequeño trozo de intestino podría ser utilizado como reserva de flora intestinal. Conservaría cepas de bacterias buenas con las que después, una vez superada la crisis, sembrar de nuevo el intestino.
Y podría ser que, tal como también ocurre con la glándula del pecho llamada timo, el apéndice juegue un papel más importante durante la infancia, concretamente en el desarrollo del sistema inmunitario.
He hablado con detalle de la apendicitis, pero de forma general la mejor forma de evitar cualquier operación es, por supuesto, adoptar un estilo de vida saludable.
Aquí tiene 6 simples consejos que harán disminuir su riesgo de encontrarse un día tumbado sobre una mesa de operaciones:
Ya ve que no son pautas complicadas pero, eso sí, hay que tratar de cumplirlas todas día a día… ¡La clave de la buena salud está en la perseverancia en los buenos hábitos!
Fuentes:
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exelente.