Los beneficios del deporte para la salud están sobradamente demostrados pero, por lo que se refiere a la práctica sostenida de una actividad de resistencia, sus efectos son más discutibles.
Es lo que han constatado unos investigadores que recogieron muestras de sangre y orina de 22 participantes en la Maratón de Hartford de 2015 antes y después de la carrera(1). Pudieron comprobar así que el 82% sufría insuficiencia renal justo después de haber corrido los 42,195 km. Es decir, inmediatamente después de la carrera sus riñones no filtraban correctamente los desechos de la sangre.
No obstante, observaron que los riñones se recuperaban de este trauma en unos pocos días, aunque es probable que en algunas personas esos efectos desencadenen un problema más grave y duradero, en especial entre quienes padecen alguna enfermedad renal.
Los investigadores consideran que esta toxicidad renal proviene de la degradación rápida de las proteínas musculares para proporcionar energía, lo que lleva gran cantidad de desechos a los riñones en un corto lapso de tiempo.
Fuentes:
Artículos relacionados