Para muchos las redes sociales son una parte importante de su día a día, pues a través de los mensajes que escriben en Twitter, Facebook o Instagram se comunican con personas de todo el mundo a través de sus pensamientos y estados de ánimo. Ahora unos investigadores han analizado cientos de mensajes de Twitter y han observado que los de las personas que tienen riesgo de depresión siguen los mismos patrones(1).
Por ejemplo, los mensajes son más cortos y centrados en el propio usuario (no suelen interactuar con otras personas) y las emociones que más se reflejan son las de tristeza, repulsa y cólera. Además, los usuarios que sufren depresión o están en riesgo de sufrirla son más activos por la noche, lo que podría deberse al insomnio, uno de los síntomas más frecuentes de este trastorno psicológico.
Este estudio es el primero que emplea una red social para ayudar a diagnosticar la depresión, una tarea que se muestra harto difícil al ser una enfermedad muy compleja. Y a tenor de los resultados los investigadores apuntan que las redes sociales podrían emplearse como herramienta adicional (nunca como sustituto de un diagnóstico más completo) para identificar a los afectados por enfermedades mentales, además de realizarles un seguimiento más a fondo.
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