Le damos las claves para que sepa cómo eliminar los pesticidas y otros tóxicos de cada variedad de fruta y verdura. Y es que, dependiendo del tipo, deben limpiarse de una forma u otra.
Cada vez más gente se preocupa por la contaminación y los pesticidas presentes en los alimentos.
En concreto, casi la mitad de la población considera que estas cuestiones son motivo de preocupación, al igual que la presencia de antibióticos en la carne, tal y como ha reflejado el último Eurobarómetro de Seguridad Alimentaria. (1)
¡Es completamente lógico!
Lo que no se entiende es que ciertos “expertos” sigan negando la evidencia y afirmando que su presencia es minoritaria.
¡Es un escándalo! Pero lamentablemente en materia de salud llevamos años acostumbrándonos a los escándalos…
Para eliminar los restos de pesticidas (pero, ojo: también los agentes patógenos) es necesario lavar adecuadamente cada tipo de fruta, verdura y hortaliza.
Y eso es precisamente lo que vamos a ver en este texto. Pero, antes de eso, ¿sabe cuáles son los vegetales más contaminados?
Encabezan la trágica lista, según un informe europeo: (2)
Y en lo que respecta a plaguicidas con efectos disruptores endocrinos (es decir, contaminantes hormonales), los 10 alimentos en los que hay una mayor presencia son, por este orden: (3)
Ante el riesgo de consumir esos contaminantes -y dado que desde siempre se ha creído que las mayores cantidades se concentran en la piel-, muchas personas optan por pelar las frutas y las verduras.
Pues bien, esto es un error.
De hecho, por lo general hay incluso más pesticidas en la carne que en la piel y, además, en esta última pueden eliminarse fácilmente (basta con lavar cada alimento de forma adecuada, tal y como está a punto de comprobar).
Y eso por no hablar de que la piel de los vegetales posee un contenido nutricional “extra” que en ocasiones la carne no aporta -o lo hace en menor cantidad- y del que nos privamos al pelarlos.
El kiwi, por ejemplo, posee una piel excepcionalmente rica en vitamina E, mientras que su pulpa es más rica en vitamina C (claro está que en el caso del kiwi ¡nunca se recomendaría comer la piel!; no es más que un ejemplo que muestra lo que perdemos al desechar esa parte). (4)
Una buena solución limpiadora para todas las frutas y verduras en general consiste en diluir una pizca de bicarbonato de sodio en el agua con la que vaya a lavarlas.
En concreto, debe verter 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio por cada 2 vasos de agua, dejando todo en remojo unos 15 minutos.
La eficacia de esta fórmula ha sido comprobada incluso por investigadores de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos.
En su estudio, publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, demostraron que los pesticidas se descomponen en un medio alcalino -como por ejemplo el agua con bicarbonato-, favoreciéndose con ello su eliminación. (5)
Y también hay quien recomienda sustituir el bicarbonato por una pizca de lejía alimentaria diluida en agua (en este caso use 1 cucharadita de lejía -unos 4,5 ml- por cada 3 litros de agua).
Ahora bien, estas son soluciones “todoterreno” para cuando vamos con prisa. Lo mejor, sin duda, es dedicar un poco más de tiempo a limpiar cada fruta y verdura como requiere específicamente.
En cualquier caso, hay que reconocer que ninguna limpieza evita al 100% la presencia de compuestos químicos o contaminantes si estos han sido capaces de penetrar al interior del vegetal a través de la piel.
Por eso, sin duda lo mejor es apostar por alimentos orgánicos y locales cuyo cultivo esté libre de pesticidas y fertilizantes y cuya distribución requiera apenas unos kilómetros de recorrido (de ese modo no necesitarán el uso de químicos para mantenerse en buen estado).
Además, estas frutas y verduras poseen una mayor densidad nutricional -en más del 60% de los casos- y un contenido en nitratos (componentes nocivos para la salud) más bajo. (7)
¿Qué más se puede pedir?
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