Algunos fármacos para el estómago pueden hacer que engordemos sin que hayamos cambiado nada en nuestra alimentación.
Los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, patoprazol…) son medicamentos que frenan la secreción de ácidos gástricos y se recetan por lo general para cuidar las úlceras y los reflujos gástricos. En principio pueden tomarse durante años y años, pero unos investigadores(1) se han interesado por su impacto en la flora intestinal.
Han observado así que en la microbiota de las personas que llevan cinco años de tratamiento, se da una proliferación de las bacterias firmicutes (endobacteras). Estas bacterias tienen la capacidad de extraer más calorías de los alimentos en comparación con las bacteroidetes, otras bacterias del estómago.
Debido a este desequilibrio, las personas que toman estos medicamentos durante un largo periodo de tiempo absorben más calorías con su alimentación, aunque no coman más, por lo que acaban engordando.
Fuentes:
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